opinión

Realidad redonda

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El mundo sería un lugar mucho más incompleto de lo que ya es si no existiesen las declaraciones de los futbolistas, así como de sus presidentes y entrenadores, sin por ello menospreciar a los árbitros ni a los linieres, ni mucho menos a los masajistas, pues todos ellos hacen declaraciones dignas de promover el asombro. Si la gente del deporte fuese muda, más nos valdría tirar el televisor por la ventana. ¿Tirar el televisor por la ventana? Sí, qué duda cabe. Los informativos de las distintas cadenas de televisión disponen de unos 45 minutos para resumir los acontecimientos de importancia que hayan tenido lugar no ya en nuestro mundo, sino en todo el universo (expediciones galácticas, choques de meteoritos, etc.), lo que no es obstáculo para que una tercera parte de ese tiempo la ocupe la información deportiva ni para que las dos terceras partes de esa tercera parte la ocupe el fútbol, de lo cual cabe deducir que nuestra actualidad tiene forma de balón incluso en esos raros momentos en que los balones están parados.

Un ilusionado reportero le pregunta a un delantero centro que cómo va a responder a la oferta del Ajax -pongamos por caso- y el delantero centro contesta: «Todavía es pronto para hablar de eso», y nos deja flotando en el limbo de lo contingente. O dice: «No comment». Incluso de eso es capaz un delantero centro, de decir «No comment», aunque se trate de un ídolo nacido cerca de Burgos o en Málaga capital.

Cuando entre los futbolistas se pusieron de moda las melenas barrocas de bailaora flamenca en estado selvático, uno entendía que estuviesen justificadas sus apariciones televisivas, porque a fin de cuentas la televisión existe en buena medida para eso: para dar popularidad a la gente pintoresca. Pero ahora que casi todos los futbolistas llevan el pelo igual que los directores generales no le encuentra uno justificación al hecho de que alguien le pregunte al delantero X cómo va su conflicto con el directivo Y, y que X conteste: «Ya he tratado el asunto con el míster», porque el míster es otra parte en conflicto. Y hay que preguntarle entonces al míster, y el míster responde: «Creemos que todo se arreglará y que vamos a golear al Tenerife». Por alusiones, el presidente del Tenerife se ve obligado a hacer una declaración del tipo: «Vamos a Valencia a ganar, y la baja de Carpinho -por así decir- no va a afectarnos». Pero, ¿cómo va, por cierto, la lesión de Carpinho -por así decir? «Según el último parte médico, no será necesaria una nueva intervención quirúrgica», nos tranquiliza el míster. «Carpinho -por así decir- va mejor. Estamus cun mushus ganas de volver», declara el propio Carpinho, brasileiro y mayestático, desde el hospital en que se ha organizado una rueda de prensa para que a nadie le quepa duda de que Carpinho -por así decir- tiene muchas ganas de volver.

Y así vamos tirando.