Troy David. | Reuters
pena de muerte

Clamor de clemencia para un condenado a muerte en EE UU

La Justicia de Florida admite que hubo irregularidades en el juicio contra Troy David, acusado de asesinar a un policía hace 22 años

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Hombre negro que asesina a policía blanco. Ese es el paradigma que en un Estado como Georgia no permite a Troy Davis encontrar clemencia, a pesar de que no hay evidencias que lo liguen al crimen cometido hace 22 años en Savannah, donde siete de los nueve testigos se han decidido, algunos admitiendo presiones y chantajes de la Policía para inculparle.

Desde Amnistía Internacional (AI) hasta el Papa Benedicto VXI, pasando por el expresidente Carter, han pedido públicamente que se suspenda su ejecución, pero la última esperanza de evitarla se disipó ayer. El tribunal de apelaciones de Georgia rechazó conmutar su pena por la cadena perpetua, y como en ese estado el gobernador no tiene poder para un indulto de último minuto todo hace pensar que su suerte está echada.

El tribunal había recibido más de 630.000 cartas entre las que se incluía la firma del premio Nobel de la Paz Desmond Tutu, 51 miembros del Congreso, un exdirector del FBI y varias estrellas de Hollywood, que pedían clemencia en atención a las «serias dudas sobre su culpabilidad que persisten en vista de las acusaciones de coacción policial, testigos que se han retractado y falta de pruebas relevantes», escribió en el diario local el ex juez federal y ex director del FBI William Sessions.

Nada de eso ha conmovido ni a las autoridades ni a la familia de la víctima, Mark MacPhail. «Ha tenido tiempo de sobra para defender su inocencia», defendió la viuda del policía fallecido.

«En esta tierra tenemos leyes, esto no es el caos. No estamos tratando de matarle porque nos dé la gana. Se le ejecuta porque ha sido condenado». Davis, de 42 años, que tenía 20 cuando se produjo el crimen, se ha librado de la inyección mortal tres veces, la última hace tres años 90 minutos antes de la hora prevista para la ejecución. Sus abogados sostienen que se le ha confundido con otro hombre de color que Davis dice haber visto en la escena del crimen, lo que encajaría con los débiles recuerdos de quienes han cambiado sus testimonio. La Justicia admite que hubo irregularidades, pero una vez condenado ya no se trata de que la Fiscalía demuestra su culpabilidad, sino de que él demuestre su inocencia.

Petición a Obama

AI había convocado ayer una manifestación a los pies del capitolio estatal, mientras que más de 3.000 personas se preparaban para una vigilia en el corazón del barrio Martin Luther King de Atlanta y el reverendo Al Sharpton lideraba otra a las afueras de la prisión estatal de Jackson, donde se ha pedido a los funcionarios que se insubordinen para evitar la ejecución.

Una asociación de color planteaba pedir a Obama que la abortase, pero todo apuntaba a que el presidente no querrá implicarse en campaña electoral.