Diez planes gratis para celebrar San Valentín
Día de los enamorados

Diez planes gratis para celebrar San Valentín

Pasear por parques escondidos, adentrase en románticos palacetes o disfrutar de enigmáticas puestas de Sol sin gastar un euros

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Pasear por parques escondidos, adentrase en románticos palacetes o disfrutar de enigmáticas puestas de Sol sin gastar un euros

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  1. Parque del Capricho

    El Parque madrileño del Capricho, considerado uno de los parques más bellos de la ciudad, es uno de los grandes desconocidos no solo para los turistas que llegan a Madrid sino también para los propios madrileños. El 14 de febrero, que además es sábado, es una buena oportunidad para acercarse hasta sus nobles puertas franqueadas por tornos que controlan el número de visitantes y pasear por sus 14 hectáreas.

    Situado en el barrio de la Alameda de Osuna fue mandado construir por la duquesa de Osuna entre 1787 y 1839 y es el único jardín del Romanticismo existente en la capital. De sus rincones destacan la plaza de El Capricho, el Palacio, el estanque, la plaza de los Emperadores, o la fuente de los Delfines y de las Ranas. Tras décadas de relativo abandono, en 1974 fue comprado por el Ayuntamiento de Madrid, y en 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural.

  2. Parque María Luisa

    Sevilla siempre merece una mención pero si encima es romántica mejor que mejor. Recorrer el barrio de Santa Cruz o disfrutar del Parque María Luisa o contemplar la puesta de Sol junto al Guadalquivir en el paseo de Marqués de Contadero no tiene precio.

    Nos centramos en el parque más grande de la ciudad, el Parque de María Luisa, declarado Bien de Interés Cultural y que formaba parte de los jardines privados del Palacio de San Telmo.

    Sus hermosas plazas, fuentes, paseos con gran variedad de plantas y arboles fueron donados en 1893 por la infanta María Luisa Fernanda de Borbón, duquesa de Montpensier, a la ciudad y reformados, por el ingeniero francés Jean-Claude Nicolas Forestier, conservador del bosque de Boulogne en París, que le dio un toque romántico, inspirado en los jardines del Generalife, de la Alhambra y los Alcázares de Sevilla. Se inauguró el 18 de abril de 1914 con el nombre de Parque Urbano Infanta María Luisa Fernanda.Posteriormente, con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, se construyeron las Plaza de España y de América que constituyen unos de sus principales atractivos.

  3. Parque Europa

    El día de los enamorados también se puede vivir en familia y que mejor que hacerlo en el Parque Europa uno de los mayores y más importantes parques de España. Con una superficie de 233.000 metros cuadrados cuenta con las reproducciones de los más emblemáticos monumentos de las principales ciudades europeas así como de diferentes zonas de ocio y multiaventura. De acceso gratuito, el parque es un lugar excepcional para que niños y adultos conozcan monumentos como la Puerta de Brandenburgo, la Puerta de Alcalá, la Fontana de Trevi, la Torre Eiffel o el Puente de Londres.

    En total el parque tiene 17 réplicas y un fragmento original de Muro de Berlín además de tres lagos navegables, restaurante y cafeterías y un pequeño parque de atracciones pensado para los niños de la familia.

    Torrejón de Ardoz (Madrid). Acceso gratuito.

  4. Museo del Romanticismo

    El Museo del Romanticismo en Madrid ofrece una visión global sobre el arte, la historia y la vida cotidiana de la España del Romanticismo. Fue creado por Benigno de la Vega-Inclán y Flaquer, II Marqués de la Vega-Inclán (1858-1942), por donación al Estado en 1921, después de haber presentado un conjunto importante de cuadros, muebles y objetos de su propiedad, en una exposición organizada por la Sociedad de Amigos del Arte, como anticipo de lo que sería el futuro museo.

    Los afortunados que se decidan por este plan para San Valentín además de retroceder en el tiempo y mirar como por una ventana cómo se desarrollaba la vida cotidiana del momento: gustos, tendencias decorativas, moda, creencias, jerarquías sociales, ocio o nivel de tecnología podrá acceder a la exposición que ofrece distintos niveles de información, a través de dos recorridos fundamentales: un itinerario que sigue un criterio temático –en el que se muestran cuestiones históricas y políticas, además de artísticas– y un recorrido ambiental, con especial referencia a los aspectos decorativos y al desenvolvimiento de la vida cotidiana en la época.

    Aunque su entrada general es de 3 euros, los sábados a partir de las 14 h su acceso es gratuito. C/ San Mateo, 13. 28004 Madrid

  5. Parque del Retiro

    No hay nada más romántico que perderse en las 118 hectáreas del Parque madrileño de El Retiro y dejarse llevar sin rumbo fijo. Decenas de paseos se abren paso para que el visitante disfrute de momentos de intimidad.

    Para aquellos que prefieran ir con rumbo fijo la Puerta de España, levantada en 1893 y entrada al parque desde la calle Alfonso XII, conduce por el Paseo de la Argentina, conocido popularmente como Paseo de las Estatuas, hasta el estanque y el Palacio de Cristal, centro neurálgico del lugar.

    Es precisamente este último el edificio más sobresaliente de los jardines. El Palacio de Cristal, junto con el lago artificial, fue levantado en 1887. Ambos nacen con vocación internacional, con motivo de la Exposición de las Islas Filipinas, donde se dieron a conocer flores diversas de ese lugar. En el lago, a los pies del Palacio de Cristal se pueden encontrar varios ejemplares del ciprés de los pantanos con la particularidad que tienen sus raíces y parte del tronco sumergido. El edificio está rodeado de castaños de Indias que acrecientan esa atmósfera de romanticismo de principios de siglo.

    Para aquellos que aún tengan ganas de pasear debería acercarse hasta la fuente del Ángel Caído, en la plaza del mismo nombre, una escultura realizada por el madrileño Ricardo Bellver en 1877 y que es uno de los tres de este tipo que existen en el mundo.

  6. Casa Museo Blasco Ibáñez

    Para aquellos que gusten adentrase en las vidas ajenas una oportunidad de hacerlo es en la siempre apatecible ciudad de Valencia. La Casa Museo Blasco Ibáñez está además situada en la playa de la Malvarrosa, en el mismo emplazamiento que ocupó en su día el chalet del escritor valenciano, Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928). El edificio, inaugurado como museo en verano de 1997, se encuentra rodeado de un amplio jardín y conserva el aspecto exterior del chalet original, destacando la terraza con cariátides y la imponente mesa de mármol que la preside. En su interior, el espacio se distribuye en tres plantas.

    La planta baja está dedicada a una exposición permanente sobre la vida y obra de Vicente Blasco Ibáñez. La primera planta alberga la colección museográfica permanente, donada en su mayoría por la familia del escritor bajo la denominación Legado Libertad Blasco-Ibáñez Blasco y Fernando Llorca Díe. En esta planta se pueden contemplar diversidad de objetos que nos aproximan a la vida familiar de Blasco Ibáñez, como joyas y bolsos de fiesta de su esposa, María Blasco del Cacho, o fotografías y retratos de sus cuatro hijos: Mario, Libertad, Julio César y Sigfrido. También se exponen objetos personales del escritor como su pipa o sus gafas, y testimonios de su amistad con artistas de la época, como la correspondencia con Joaquín Sorolla. Asimismo se muestran elementos que recuerdan los numerosos viajes que realizó Blasco por todo el mundo y especialmente de su estancia en Argentina. Se conserva también mobiliario diverso procedente del chalet original y los muebles del despacho del escritor en el diario El Pueblo, fundado por Blasco Ibáñez en 1894. Igualmente se conservan porcelanas, grabados, objetos decorativos y obras de diversos artistas como Juan Antonio Benlliure, Ramón Stolz, Ricardo Verde, Cuñat, Segrelles o Antonio Ballester.

    En la segunda planta se ubica la Biblioteca-Centro de Investigación dirigido a investigadores especializados. Cuenta con abundantes fondos bibliográficos y documentales para el estudio de la compleja figura de Blasco Ibáñez.

    Precio de entrada individual 2 euros. Los domingos el acceso es gratuito. Casa Museo Blasco Ibáñez. Isabel de Villena, 159. Valencia

  7. Contemplar una puesta del sol

    En la playa, en la montaña o en algunos rincones de las grandes ciudades se puede disfrutar de románticas puestas de Sol.La terraza situada en el templo deDebot en Madrid es un ejemplo de ello. Junto al romántico Paseo del Pintor Rosales y el Parque del Oeste, se levanta este templo, regalo de Egipto a España y que tiene una antigüedad de unos 2200 años. El 14 de febrero son muchas las parejas que se acercan hasta este enclave madrileño para fotografiarse mientras el Sol desaparece delante de ellos.

    Otro enclave que no puede faltar es el Mirador de San Nicolás, en Granada, desde donde se puede disfrutar de una espectacular vista de la Alhambra miestras el astro rey ilumina los muros hasta que adquiren un color rojizo.

    Si se opta por disfrutar de la playa al anochecher Ibiza tiene mucho que ofrecer. Cala Comte, al oeste de la isla, es una hermosa playa arenosa rodeada por dos laterales rocosos. Las vistas que ofrece son espectaculares, con la isla del Bosque enfrente.

  8. Ruta en bicicicleta

    Para los amantes de la bicicleta y la naturaleza esta es una buena opción para disfrutar de un sábado romántico y si se hace en un tándem de dos plazas mejor que mejor. En la Comunidad de Madrid, frente al Monasterio de Nuestra Señora de Santa María de El Paular, se encuentra el Puente del Perdón inicio de la ruta hasta la Cascada del Purgatorio, formada por el cruce de dos saltos de agua que forma el arroyo del Aguilón. La Cascada del Purgatorio se encuentra dentro del territorio que ocupa la Zona de Especial Protección para las Aves Alto Lozoya, un espacio protegido de 7.869 hectáreas que cuenta con la mayor población de buitre negro de toda la Comunidad de Madrid.

    Otra opción es una ruta por los humedales de Aranjuez en donde el río Tajo se hace notar. Los puntos con mayor interés de la ruta son dos zonas húmedas protegidas y, por ello, la fauna está dominada por especies asociadas a los ecosistemas en los que la presencia del agua los determina al completo. La ruta parte de la bonita estación de Algodor, de estilo neomudéjar y transcurre por la Vereda de la Mora para después internarse en la Colada de Toledo. La ruta finaliza, 4,800 kilómetros después, junto al Soto del Lugar, también ubicado en la margen izquierda del Tajo.

  9. El romanticismo de lo olvidado

    Para muchos no hay nada más romántico que aquello que está rodeado de misterio. Pueblos abandonados o caserones vacíos que cuentan en silencio vidas pasadas son una alternativa para quienes busquen vivir un San Valentín alternativo sin corazones rojos o flores rosas.

    En Tarragona, dentro del término municipal de Vila Plana, se encuentra La Mussara, un pueblo «fantasma» desde el año 1956 famoso por su belleza paisajística, sus vías de escalada y sobre todo por los misterios que le rodean. En la actualidad quedan solamente las ruinas de unas pocas casas y una iglesia. Destaca un caserío junto al cual, se comenta, hay una piedra de gran tamaño que todo aquel que la sobrepasa va a parar a la «Villa del Seis», un siniestro lugar que está en otra dimensión. Y es que en La Mussara se han producido misteriosas desapariciones que a día de hoy aún no han sido resueltas.

    Otro enclave misterioso es Jafra. Este pueblo abandonado de la comarca del Garraf en Barcelona esconde varias leyendas aunque la más repetida gira entorno a un pozo en el interior del cementerio. Al parecer en aquel lugar un niño perdió la vida y desde entonces son muchos los que aseguran haber visto la imagen espectral del pequeño corriendo por el pueblo para después desaparecer como si de un holograma se tratara. Este pueblo tiene su propia «casa encantada» conocida en la zona como «la casa poltergeist» donde aseguran se escuchan ruidos, golpes y en ocasiones pasos, como si esta casa en ruinas estuviese habitada por alguien que no pertenece a este mundo.

    En Castilla y León está Ochate una localidad abandonada del Condado de Treviño (Burgos) y que tiene el privilegio de ser uno de los lugares que más leyendas acapara. Este pueblo del que solo hoy quedan ruinas llegó a ser, en el siglo XIX, la zona más poblada de toda la comarca hasta que sufrió la «maldición» y en sólo diez años tres grandes epidemias arrasaron toda la población. La primera en 1860, cuando se extiende la viruela, de la que apenas sobreviven una decena de personas. El pueblo consiguió rehacerse pero sorpresivamente en 1864 se propaga el tifus y vuelve a destruir el lugar. Ochate vuelve a repoblarse, pero en 1870 una epidemia de cólera sepulta de manera definitiva a las personas que intentaban reconstruir y repoblar el pueblo. Lo curioso del caso es que ningún vecino de los pueblos aledaños sufrió las enfermedades que acabaron con los habitantes de Ochate.

  10. Cena romántica en casa

    Para los afortunados que puedan disfrutar de la intimidad de un hogar, nada mejor que quedarse en casa. La idea es crear un ambiente relajado con una cena sencilla a la luz de las velas y con música suave. No se trata de gastar más de la cuenta sino de adornar la velada con luz tenue, música suave y una presentación donde no pueden faltar las velas. Si quieres dar una sorpresa a tu pareja se puede elaborar recetas en forma de corazón -galletas, empanadillas o pastelitos- pero lo que no debe faltar es un postre a base de fresas y chocolate. Con tu pareja en casa y a la luz de las velas, ¿hay algo más romántico?

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