El compositor y músico toledano Julián Maeso
El compositor y músico toledano Julián Maeso - ana pérez herrera
música

Julián Maeso: «Mi segundo disco es una evolución, pero sigo siendo el mismo»

El músico toledano presenta este viernes, en la sala «Los Clásicos» a las 22.00, su nuevo trabajo «One way ticket to Saturn»

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El músico y compositor toledano Julián Maeso presenta a sus paisanos su nuevo disco «One way ticket to Saturn», el segundo de su carrera en solitario tras «Dreams are gone». La cita es este viernes en la sala «Los Clásicos Rock Bar», a las 22.00 horas.

-En su nuevo disco se entreven unas ansias de cambio de actitud. Cosa que se intuye incluso en los títulos de las canciones. ¿Responde esto a una declaración de intenciones o es algo casual?

-Es tan fácil como que unas veces estás contento y otras triste, es decir, responde a las diferentes etapas por las que pasa cada uno. Mi primer trabajo tenía otro carácter, venía de otra época, y en este nuevo disco hay ya una banda formada.

-Pero supongo que el mundo que le rodea influye en la temática de sus canciones.

-La situación actual no ha cambiado mucho de un disco para otro, ya que responde a los últimos cuatros años en los que España solo se han vendido mentiras y no ha cambiado nada. Seguimos teniendo las mismas limitaciones y seguimos siendo esclavos del mismo sistema. De hecho, el nombre del disco, «One way ticket to Saturn» (traducido como «Un billete de ida a Saturno»), en un principio, puede parecer una vía de escape cuando no se puede hacer nada. Por lo tanto, es una llamada para que la gente luche por lo que quiere.

-Esta transformación va aparejada de un cambio de estilo por lo que respecta a su primer trabajo, cambiando un blues más intimista por ritmos más movidos, como el rock, el funky, el soul o el jazz. ¿A qué se debe este cambio de estilo musical?

-A la hora de tocar en concierto hacen falta temas más cañeros y más directos y eso es lo que se ha hecho. El segundo disco es una evolución del primero, más conciso y resumido, pero sigo siendo el mismo para bien y para mal.

-Lo que sí que sigue quedando clara es su pasión por la música tradicional americana. ¿De dónde viene esta relación y qué le atrae de ella?

-Desde pequeño. Mi padre cantó en los años 60 en un grupo de Toledo que se llamaron «Los Dalton» y mi madre era profesora de ballet clásico, y a los dos les gustaba la música y tenían muchos discos de vinilo en casa de los que yo me empapé. Además, yo siempre he estado ligado con la música, desde el coro de la catedral de Toledo y de los Maristas hasta ahora.

Muy buenas críticas

-Las críticas tanto de su primer disco como de este segundo están siendo fantásticas. ¿Qué efecto tienen en usted?

-Es de agradecer que la gente se interese por tu trabajo, sea la crítica buena o mala, aunque gracias a Dios está siendo buena. A mí las opiniones no me afectan porque yo hago música, no escribo. Mi trabajo es tocar, hacerlo lo mejor posible y llevar una banda en directo que suene plausible, y todo lo que la crítica interprete es algo que no puedes controlar.

-¿Cómo definiría personalmente este nuevo trabajo?

-Lo veo, como he dicho antes, como una evolución con sentido del primer disco. Desde mi primer trabajo hasta ahora ha habido una evolución muy gradual tanto de crítica como de público y festivales. Ha sido como empezar a picar piedra, luego se han hecho las casas y a continuación se construye una urbanización tras otra.

-¿Responde esta evolución a los planes que tenías en mente?

-Esta evolución ha superado mis expectativas y el camino que yo quiero seguir es el de ser un músico al que se le respete y le paguen por su trabajo. Ahora mismo los músicos estamos tratados como las prostitutas, con todo mi respeto hacia ellas, porque muchas veces no están dados de alta en la Seguridad Social y no se reconocen los años de formación, ya que nunca dejamos de estudiar.

-¿Cómo fue la experiencia de trabajar con la escuela de Paul McCartney?

-Ese fue un regalo por parte de la Sociedad de Artistas Intérpretes o Ejecutantes de España (AIE). Todos los años eligen un artista en España para enviar a la escuela de Paul McCartney y en 2014 me tocó a mí y tuve la suerte de ir a Liverpool, donde estuve una semana viendo cómo funciona. En Inglaterra dimos dos conciertos, uno en Liverpool y otro en Manchester, y luego hicimos una gira de cuatro conciertos con los nueve alumnos de la escuela. Allí me di cuenta de la diferencia de tratamiento y de cultura, al ver el apoyo que recibe en Gran Bretaña la educación cultural, comparado con las trabas que existen en España.

Desprecio a los músicos toledanos

-¿Qué supone, como músico toledano, tocar delante de sus paisanos?

-He de quejarme porque no está habiendo el justo seguimiento a los músicos toledanos por parte del Ayuntamiento y de las instituciones que tienen que encargarse de la cultura en Toledo. Hoy en día creo que nadie encargado de la agenda cultural sepa qué músicos están tocando y de los proyectos que tienen entre manos.

-¿Considera entonces que se desprecia a los músicos toledanos en su ciudad?

-No se nos tiene en cuenta para los conciertos de los programas festivos de la ciudad, tanto del Corpus Christi como de agosto. Todo se está convirtiendo en un concurso al mejor postor porque no hay un técnico municipal cualificado, que es el caso de un programador cultural que tenga criterio para seleccionar buenos músicos. En Toledo todos estos conciertos se sacan a concurso para promotores, tanto de la ciudad como de fuera, cuyo único interés es ganar dinero. Por eso, creo que se desprecia a los músicos toledanos.

-¿Cree que hay en Toledo unas buenas infraestructuras para dar conciertos?

-Hay que ayudar un poco más a los locales para que puedan tener música en directo porque es un reclamo turístico para las noches toledanos, algo que tampoco se está incentivando. Toledo, a las nueve de la noche, está muerto, aunque un poco menos en fin de semana. Es buena la iniciativa del Ayuntamiento para tocar en las plazas y terrazas en las noches de verano, pero el precio es irrisorio para pagar a músicos de un alto nivel como los que hay en esta ciudad. Además, comparado con el caso de Granada o Salamanca, aquí se ha sacado a la universidad del centro histórico, mientras que en las otras ciudades sus universidades sirven de foco cultural y están abiertas para dar conciertos también.

-Y, por último, ¿qué se va a encontrar el público que acuda a su concierto?

-Una noche muy musical, con invitados sorpresa, un repaso por las canciones de mis dos discos y un recorrido por la música americana desde los años 50 y 70 hasta ahora, que pasará por el soul, funky, jazz, soul, blues y country, además de una ocasión para olvidarse de los problemas de la sociedad en la que vivimos, pasar un buen rato y cargar las pilas.

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