Javier Puñal, en la cocina del Restaurante Palacios
Javier Puñal, en la cocina del Restaurante Palacios - ismael herrero/efe

Javier, un cocinero especial

Sufre síndrome de Asperger y ha logrado formar parte de la plantilla de un restaurante

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«El trabajo llena mi vida y me ha servido para demostrarme que puedo desenvolverme por mí mismo», dice, con seguridad, Javier Puñal, un joven con capacidades diferentes de 27 años que desde 2014 forma parte de la plantilla del Restaurante Palacios de Toledo, donde es tratado como «uno más de la empresa».

«Me gusta mi trabajo, lo hago bien según dicen y encima me ha permitido independizarme», explica Javier, que padece síndrome de Asperger (una forma de autismo) y que es uno de los 11 jóvenes que el pasado año encontraron trabajo en un puesto normalizado tras superar el periodo de capacitación laboral en el Grupo de Entidades Sociales Cecap.

Este joven toledano recuerda que cuando, tras unas prácticas de seis meses en el Restaurante Palacios, le comunicaron que iban a hacerle fijo, se puso «a llorar de alegría», como su madre, que le acompañaba en ese momento.

Virtudes

Javier empezó a familiarizarse con el mundo de la cocina en la Escuela de Hostelería de Toledo, donde realizó un cursillo, antes de hacer las prácticas en el restaurante donde fue contratado de forma indefinida el 4 de junio de 2014.

«Nos gustó cómo trabajaba, su disposición, el trato con el cliente y desde el Centro Especial de Empleo Futurvalía nos informaron de las ventajas fiscales de contratar a una persona con especificidad», comenta a Efe Jesús García, copropietario del Restaurante Palacios.

A estas «virtudes» de Javier resaltadas por su jefe se unen las que le atribuyen sus compañeros, que están «contentísimos» con él, «porque es muy ordenado, detallista y no hay una comanda que le salga mal ni un escalope que se le queme».

La madre y único hermano de Javier -Roberto, de 25 años- también están «felices» por su empleo, «que le permite sentirse útil e integrarse social y laboralmente», sin contar que «para la economía familiar es un alivio ya que hasta ahora la única que trabajaba era mi madre porque yo llevo dos años parado», señala Roberto.

Además de Javier, el Centro Especial de Empleo Futurvalía de Cecap consiguió en 2014 la inserción laboral otros diez jóvenes con capacidades diferentes y otros 44 se formaron laboralmente mediante un voluntariado en alguna de las 51 empresas e instituciones públicas que vienen colaborando con el grupo.

Otras historias

Rocío Hernández, 23 años y natural de Orgaz, es otra joven a la que la suerte le ha sonreído, porque desde principios de año trabaja en Decathlon, en la sección de fitness. «¡Ahora me puedo independizar!», recuerda que pensó, también entre lágrimas, cuando le comunicaron que había superado la selección de personal, después de haber realizado su voluntariado formativo en Zara.

Según el presidente de Cecap, Andrés Martínez, la Diputación de Toledo es la institución pública que más se está volcando con el proyecto, al tener contratados a un auxiliar de ordenanza, otro de jardinero y otro de información turística, además de tres auxiliares administrativos en el Organismo Autónomo Provincial de Gestión Tributaria en Toledo, Talavera y Torrijos.

También está dando muestras de responsabilidad social empresarial el Museo del Ejército de Toledo, donde Víctor Mateo, de 31 años y natural de Borox, realiza un curso de voluntariado formativo de jardinero y Ángela López, de 19 años y de Fuensalida, se forma como auxiliar de guía turística.

Los empresarios también colaboran con Cecap en su objetivo de insertar laboralmente a colectivos en riesgo de exclusión social y un ejemplo es Get brit!, la red de Escuelas Municipales de Idiomas, que este curso tiene contratados, a través de Futurvalía, cuatro auxiliares de ordenanza en la provincia de Toledo.

«Son trabajadores con gran capacidad de superación y talento», indica el gerente de esta firma, Víctor V. Vázquez, valoración en la que coincide también el director técnico del Hospital Tres Culturas, Jesús Retamero, que asegura: «desde que tenemos a chicos de Cecap en prácticas ha mejorado hasta el clima laboral de nuestra plantilla, se han contagiado de su ilusión y ganas de trabajar».

El Grupo de Entidades Sociales Cececap trabaja desde 2007 en la restitución de derechos a las personas con especificidad y es pionero en la región en crear un Servicio de Capacitación Laboral, en consonancia con lo recogido en la Ley de Garantía de los Derechos de las Personas con Discapacidad de Castilla-La Mancha.

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