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POLÉMICA EN ITALIA

Los padres que impongan una dieta vegana a sus hijos podrían ir a la cárcel

El Parlamento italiano estudia una nueva legislación que protegería a los niños de dietas desequilibradas

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Hasta un año de cárcel, o dos si el niño tiene menos de tres años. Esta es la pena que podría recaer a los padres o tutores que elijan para sus hijos una dieta vegana si progresa un proyecto de ley presentado en el Parlamento por el partido de centro-derecha, Forza Italia.

«Durante los últimos años se ha difundido en Italia la creencia de que una dieta vegetariana, o también, en su expresión más rígida, la dieta vegana, aporta conspicuos beneficios a la salud del individuo. Y esta alimentación que excluye imprudentemente alimentos de origen animal se les impone a menores», escribe la diputada Elvira Savino de Forza Italia en la introducción al proyecto de ley.

La dieta vegetariana o vegana, que excluye carne, huevos, lácteos o productos animales de cualquier clase, deja a los adolescentes y niños, según la diputada, con carencia de zinc, hierro, vitaminas D y B12, Omega-3 y ácido fólico, sustancias necesarias para un correcto desarrollo.

Savino cita incluso los principios de la Constitución y afirma que su proyecto de ley tiene el objetivo de «estigmatizar definitivamente las conductas alimentarias incautas y peligrosas impuestas por padres o quienes ejerciten sus funciones, que ocasionan daños a menores de edad».

Penas de cárcel

El texto, conocido ya como «ley Savino» prevé hasta un año de cárcel para el delito básico de imponer una dieta vegana a un menor. Pero si por ese hecho se deriva a una enfermedad o lesión personal, la pena de prisión ascendería a entre dos y cuatro años. El proyecto legislativo prevé incluso penas de hasta seis años si se produce la muerte del menor.

La diputada destaca que nada tiene que objetar si una persona adulta decide libremente seguir una dieta vegana estricta. El problema surge cuando se lo imponen a sus hijos menores, argumenta.

Obviamente, el proyecto de ley tendrá su natural recorrido parlamentario, pero ya ha provocado un fuerte debate en Italia. Sobre todo porque el número de veganos y vegetarianos es cada vez más grande en este país. Alrededor del 8 por 100 de la población se declara vegetariana y ha caído en picado el consumo de carne y productos lácteos.

La «ley Savino» también busca evitar situaciones trágicas que no son teóricas. En Italia ya ha habido ingresos hospitalarios de niños veganos por la dieta estricta a la que le sometían sus padres. Niños como Chiara, una pequeña de dos años que fue hospitalizada en Génova en condiciones gravísimas a causa de la nutrición vegana que le impusieron sus padres.

La niña llegó al hospital con un peso notablemente inferior con relación a la media de su edad, con escasa capacidad para reaccionar y movimientos lentos. Chiara tenía valores muy bajos de hemoglobina, lo que asociado a carencias de vitaminas fundamentales, como la B12, le ponían en un riesgo muy alto de padecer daños neurológicos y musculares graves. Después de algunos días en la unidad de cuidados intensivos, afortunadamente la pequeña se recuperó.

Poco después, el 8 de julio, un niño de un año fue ingresado en estado grave en el hospital Fatebenefratelli de Milán, con un nivel de calcio en la sangre «al límite de la supervivencia» y una cardiopatía. Tenía doce meses, pero pesaba como un bebé de tres. El padre, natural de la India, y la madre milanesa, seguían una dieta vegana.

A partir de aquellos casos, salió a la luz que el «veganismo» se había extendido también en muchos colegios. «En Génova, los padres pueden pedir que se alimente a su hijo un régimen dietético vegano, pero solo presentando un certificado médico. Las peticiones son muchísimas y van en aumento. No discutimos la decisión de las familias, pero queremos tener la seguridad de que un pediatra hace un seguimiento del niño. Si el régimen alimentario no se controla puede ser muy peligroso», explicó Alberto Ferrando, presidente de la Asociación de Pediatras de la Región de Liguria.

Numerosas han sido las reacciones a la presentación del proyecto de ley de Elvira Savino. La más contundente ha sido la de Andrea Ghiselli, presidente de la Sociedad Italiana de Ciencias de la Alimentación: «Se está extendiendo cada vez más la creencia de que una dieta sin productos animales es más saludable que una que los incluya. No solamente no existe la mínima prueba de que una dieta vegana sea mejor de una con carne, sino que existen muchas que demuestran que la dieta vegana expone a riesgos y carencias», declaró Ghiselli al diario «La Repubblica».

¿Peor que la dieta occidental?

Quienes apoyan el consumo de vegetales en contra critican el nuevo patrón occidental con productos ricos en grasas y azúcares.

Y en eso, coincide Ghiselli: «En occidente se consumen tantos productos animales que se pone en serio riesgo la salud, incluso más que con una dieta vegana. Pero la respuesta no puede ser la abolición de productos animales, sino la de comer la justa cantidad. La dieta mediterránea es el modelo de alimentación con el mayor número de evidencias científicas favorables».

Sentido común

En España el debate aún no ha llegado, pero el número de españoles que dicen adiós a la carne cada vez es mayor. A la consulta de Antonio Escribano, catedrático en Nutrición Deportiva, llegan deportistas profesionales que pretenden estar en la élite con vegetales como único combustible. «A la mayoría consigo convencerles de que ese no es el camino. Es imposible garantizar el mismo rendimiento. Los suplementos y el control no consiguen acabar con todas las carencias», asegura.

Este endocrinólogo cree que es insensato privar a los niños de nutrientes necesarios para su desarrollo y apoya la iniciativa italiana. La nutricionista Teresa Lajo critica el uso de una dieta estrictamente vegetariana en los niños «porque una mala nutrición puede poner en peligro el desarrollo y el crecimiento en una etapa crítica». Aunque ve con mejores ojos una nutrición vegetariana más flexible que incluya huevos y lácteos, «y siempre de forma muy controlada por un profesional».

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