Una ciclista circula por las calles de Milán (Italia)

Drásticas medidas en Milán y Roma contra la contaminación

En la capital lombarda se prohíbe el tráfico privado durante tres días. En los hospitales se registran casos graves de enfermedades ligadas a la emergencia por la contaminación

Corresponsal en Roma Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La contaminación del aire, en un invierno con altas temperaturas que constituyen un récord, ha causado la alarma roja en varias ciudades italianas, calentando también el clima político. Algunas han adoptado drásticas medidas. Milán se ha paralizado, porque se ha prohibido la circulación de todos coches y motos, entre las diez y las cuatro de la tarde, desde el lunes hasta el próximo miércoles. Solo han funcionado los medios públicos. Se han realizado 1.500 controles y se han impuesto 300 multas que van desde 164 euros hasta 663. Además de Milán, la prohibición del tráfico privado se ha extendido a otros 13 municipios próximos a Milán.

También en Roma se han tenido que adoptar duras medidas contra la contaminación.

El lunes no han podido circular los vehículos privados con matrícula en número impar y mañana les corresponderá pararse a las matrículas de número par. Igualmente Turín sufre la contaminación, pero en esta capital del Piamonte, como en otras ciudades italianas, no se ha prohibido el trafico privado, sino que se ha incentivado la utilización de los medios públicos.

Polémica por las medidas adoptadas

Las medidas contra la contaminación por parte de los ayuntamientos de Roma y, sobre todo, de Milán han causado también una tormenta política. Partidos de la oposición las califican de «inútiles» y «surrealistas», subrayando que se trata solo de «parches», porque para luchar contra la contaminación “sirven infraestructuras”. El profesor Walter Ricciardi, presidente del Instituto Superior de la sanidad, critica también las medidas adoptadas por considerarlas inútiles e insuficientes y aporta datos preocupantes: «En los hospitales se registra un aumento de casos graves de enfermedades vasculares y cardiocirculatorias. Aparte están los daños no inmediatos, me refiero a patologías graves incluso mortales», afirma Walter Ricciardi, quien hace también esta advertencia: «Las enfermedades ligadas a la contaminación están aumentando, porque las partículas más peligrosas son infinitamente pequeñas. Se está produciendo un cambio histórico que exige una modificación incluso en los comportamientos diarios de cada uno de nosotros. Y ni siquiera serán suficientes unos pocos días de lluvia para resolver esta crisis».

Riesgo de mutación permanente

El premio Nobel de física, Carlo Rubbia, senador vitalicio, subraya la incertidumbre que existe sobre la contaminación, una emergencia que en mayor o menor medida afecta a todo el mundo: «La contaminación esta ligada al cambio climático y se presenta como un problema complejo, que todavía debemos comprender en su manifestación y evolución. Todavía no sabemos si nos encontramos delante de una fluctuación de los ciclos de nuestro planeta o si estamos obligados a aceptar una mutación permanente». En declaraciones al «Corriere della Sera», Rubbia precisa que aún no tenemos remedios para la contaminación: «Para afrontar el mal de la Tierra hay una fase de diagnostico y otra de curación. Estamos todavía en la primera. No sabemos cuál es el camino más eficaz y hay que reforzar la investigación en todas las direcciones, teniendo en cuenta el tiempo. La evolución y el cambio son rápidos y no se puede posponer la investigación, concluye el Nobel Rubbia.

Ver los comentarios