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RAFA ALBARRÁN

Berlín y París se vuelcan contra los clientes de la prostitución

El Gobierno alemán aprueba penas de hasta cinco años de cárcel para los clientes de meretrices forzadas y el francés los sancionará con hasta 3.500 euros

Berlín Actualizado: Guardar
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Penas de hasta cinco años de cárcel podrían caer sobre los clientes de prostitutas forzadas en Alemania. El Consejo de Ministros ha despachado el miércoles al Parlamento una regulación que complementa la nueva ley sobre la prostitución que entrará en vigor a mediados de 2017. «Debemos proteger mejor a las mujeres y los niños frente a la trata de personas y a la prostitución forzada» ha indicado el ministro de Justicia Heiko Maas, autor de la regulación que busca ajustarse a las directrices de la UE: una Europa libre de prostitución forzada. Más radical ha sido París que aprueba una ley que castiga a los clientes con hasta 3.500 euros y elimina toda multa a las prostitutas.

Francia se convierte así en el quinto en sancionar a los clientes de prostitución, después de Suecia –el primer país en hacerlo, en 1999–, Noruega, Islandia y el Reino Unido.

Si bien casi toda prostitución es forzada, Berlín aplicará penas de tres meses a cinco años contra los clientes de prostitutas que no ejerzan libremente. Cuando el cliente sea consciente de ello; dice la regulación. Y he aquí el problema: el presidente del Sindicato de la Policía Olav Malchow valoró en un comunicado la nueva norma –«mejorará la protección de las mujeres y los hombres que trabajan en la prostitución»– advirtiendo, sin embargo, la dificultad de probar que un cliente sabía o podía haber sabido que la prostituta a la que había contratado no ejercía libremente. La ley que tiene como objetivo final luchar contra las mafias que trafican con personas, no castigará a los clientes que denuncien un caso ni a quien demuestre que no sabía y no podía saber que la prostituta estaba siendo forzada.

A mediados de 2017 entrará en vigor en Alemania la nueva ley sobre la prostitución con el objetivo de proteger a las trabajadoras del sector. La ley diseñada por conservadores y socialdemócratas de la coalición de Gobierno ha puesto, sin embargo, en pie de guerra a prostitutas y asociaciones ya que según ellos no se trata de una ley de protección, sino que una de «control». Sus críticos hablan que tal normativa provocará el desplazamiento de las prostitutas y su marginación. Según Gudrun Greb del centro de asesoramiento «ragazza», «la prostitución es un problema para las autoridades, cuando se trata de su visibilidad» y recuerda que «el 70% de las prostitutas son migrantes». Para Greb, la nueva ley con sus controles echará por tierra la confianza entre prostitutas y las asociaciones lograda tras años de trabajo.

Manifestaciones en París

Francia formará parte de los países europeos que sancionan a los clientes de las prostitutas, una polémica medida que ha sido objeto de muchos debates y divide tanto a la clase política como a las asociaciones de ayuda a las prostitutas. La Asamblea Nacional (Cámara Baja), establecerá el miércoles que «la compra de actos sexuales» podrá ser sancionada con una multa de 1.500 euros, y de hasta 3.500 en caso de reincidencia. Todos los países europeos castigan el proxenetismo pero Francia será el quinto en sancionar también a los clientes de las prostitutas, después de Suecia, Noruega, Islandia y el Reino Unido. Una manifestación de prostitutas contra el texto estaba prevista cerca de la Asamblea Nacional.

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