Nace un observatorio para facilitar las denuncias por delitos de homofobia

El Gobierno quiere poner coto a la infradenuncia en este colectivo

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Sólo una de cada diez víctimas de algún delito de odio, sea por orientación sexual, perfil étnico, racial o de cualquier índole, llega a poner una denuncia, tal y como han destacado este miércoles los secretarios de Estado de Servicios Sociales y de Seguridad en la inauguración del Observatorio de la LGTBFobia, una iniciativa de Confederación COLEGAS para poner coto a la infradenuncia en este colectivo, víctima mayoritaria de este tipo de agresiones en España, y que «nadie se quede callado».

Precisamente, el pasado 27 de abril, un grupo de cuatro jóvenes fue agredido hasta en tres ocasiones por dos sujetos en la zona de Gran Vía al grito de «maricones», provocándoles traumatismos de diversa índole.

El acto, presidido por la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero; y su homólogo al frente de Seguridad, Francisco Martínez; ha contado con la participación del presidente de Colegas, Paco Ramírez, y el magistrado Fernando Grande Marlaska, quien ha puesto asimismo el acento en «las infradenucias» en delitos de odio de las que venían advirtiendo a España organismos como la OSCE o la FRA.

«El dar a conocer esta realidad, dar a conocer los delitos de odio y que se hable de ello ayuda a la gente y es construir sociedad», ha destacado el juez, quien ha incidido en que este tipo de agresiones y conductas discriminatorias «afectan directamente a la dignidad de la persona», protegida tanto en la Constitución Española como en la Carta Fundacional de la Unión Europea y, por tanto, hay que erradicarlas.

Según datos del Ministerio del Interior difundidos a mediados de abril, en España se registraron el año pasado 1.285 delitos de odio y cuatro de cada diez iban contra la orientación o condición sexual de la víctima. Además, como han recordado Martínez y Camarero, la cuarta parte iba dirigida contra menores de edad, un colectivo especialmente vulnerable y, en general, sólo el 9,1% de las víctimas interpone denuncia.

Para Camarero, la falta de denuncia tiene que ver por un lado, con la desconfianza, ya que «las víctimas no se fían de la legislación y/o la desconocen» y, por otro, con la invisibilidad de este tipo de delitos que «impiden que esta sea una sociedad más rica y más diversa».

«Hago un llamamiento a que nadie se quede callado. Que todo el mundo denuncie porque eso es lo que necesitan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para actuar con los mecanismos que la ley les proporciona», ha señalado Martínez, tras recordar que más de 20.000 agentes han recibido formación específica para la detección y clasificación de este tipo de delitos.

El observatorio tiene un doble objetivo: Por un lado, se trata de asistir a las víctimas y darles orientación sobre cuáles son sus derechos y cómo y dónde deben denunciar lo sucedido. Por otro, se busca la concienciación social en general, mediante la recogida de datos estadísticos e información relevante sobre este tipo de sucesos.

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