Corrupción, desnutrición y paro, los temas que más indignan a los españoles

La corrupción, la desnutrición infantil y el índice de paro son los temas que para los ciudadanos generan un mayor sentimiento de indignidad respecto de España, según un estudio elaborado por el Movimiento por la Dignidad(MPD) a partir de 800 entrevistas a mayores de edad realizadas durante este mes de abril.

Lacorrupción es el tema que más ofende a la dignidad ciudadana con una valoración casi unánime de todos los encuestados: El 99,6% tachó de muy o bastante indigno que se «haya llegado a contaminar todas las instituciones de cualquier signo político».

El 98,1% de los encuestados considera indigno «que la cifra de parados sin derecho de protección por desempleo supere el 40%», y «que España sea uno de los países de la Unión Europea con mayor porcentaje de desnutrición infantil», lo considera del mismo modo el 97,4%.

Que «la tasa de desempleo en España sea del 24% y entre los jóvenes supere el 50%» y que «varios cientos de miles de personas dependientes estén en espera de recibir la ayuda que les corresponde» son dos de los temas que también han sido sancionados por los encuestados.

En total, la corrupción (45,5%), la desnutrición (39,6%), la tasa de paro (37,8%), los desahucios (26,8%), los recortes en Sanidad (20,3%), los dependientes en lista de espera (12%), los parados sin prestación (7,4%) y la desigualdad social (6,4%), son los ocho temas que copan el sentimiento de indignidad como sociedad en España, según el estudio.

La encuesta pregunta por otros temas, y constata que para nueve de cada diez ciudadanos los partidos facilitan poco o nada la participación política. El 84,6 por ciento piensa que los españoles son también poco o nada iguales ante la ley y el 76,4%, que los medios de comunicación se caracterizan poco o nada por su pluralidad y credibilidad.

Sobre la dignidad de las instituciones, los ciudadanos sólo aprueban al Ejército (5,8 puntos sobre 10 en dignidad), la Educación Pública (5,71 puntos) y la Sanidad pública (5,65). La peor puntuación se la lleva el Parlamento, con un 3,3 y los partidos, con un 2,02.