Caravana de mujeres que incluye «compañía femenina» garantizada

En 1951, el director estadounidense William Wellman dirigió «Caravana de mujeres», un western al uso que contaba la historia de un grupo de mujeres que se dirigían a un rancho californiano para encontrarse con mozos casaderos a mediados del siglo XIX. Inspirándose en esta historia, en la localidad oscense de Plan se organizó en 1985 un encuentro similar con la intención de fijar a la población en el medio rural.

Ahora, en 2015, José Romero, director del hotel situado en la A-66 entre las localidades pacenses de Calamonte y Torremejía que lleva su apellido, organiza para el próximo día 18 una caravana de mujeres «para juntar a solteros y solteras en un día de convivencia», afirma. Pero los carteles que anuncian este evento incluyen: «Se garantiza a los primeros 55 solteros la compañía de chicas solteras durante la comida, la cena y la discoteca».

La frase no ha sonado bien entre diversas organizaciones e instituciones, desde asociaciones de mujeres como Malvaluna o la propia Junta de Extremadura, pasando por partidos políticos, que coinciden en criticar la cita.

José Romero, el organizador, declaró al diario «Hoy» que su intención nunca ha sido molestar a nadie, sino «juntar a solteros y solteras para que se conozcan y organizarles una fiesta». Y buscar rentabilidad económica, algo que no esconde Romero. «Ninguna asociación se ha puesto en contacto conmigo para decirme qué era lo que molestaba, yo pido perdón si en algo me he equivocado», precisa antes de señalar que ya se han cambiado las cuñas radiofónicas y se ha tachado en los carteles esa primera frase en la que se daba garantías de compañía femenina.

Así puede comprobarse en los anuncios que están expuestos en las cristaleras de entrada del hotel. El organizador afirma que continúa adelante con su idea, aunque rebajando el tono de «elemento consumista con el que se presenta a la mujer», como denunció la Asociación Malvaluna, la primera en denunciar la iniciativa.

Una «bolsa de mujeres»

El evento se organiza a través de la madrileña Asociación Caravana de Mujeres, que lleva realizando este tipo de encuentros desde 1995 y que cuenta para estos fines, según el propio Romero, «con una bolsa de mujeres», las cuales pagan unos trece euros (parte del coste del autobús, el resto lo asume el propio Romero) para desplazarse hasta el lugar de celebración de la Caravana.

Junto a Malvaluna, la Asociación Nuestra Señora de la Asunción de Calamonte, localidad muy cercana al lugar de encuentro, afirmaba que la idea «no parecía muy actual, estaba desfasada». El Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEx), dependiente de la Junta de Extremadura, la rechaza rotundamente y califica de «denigratorio» el uso que se hace de las mujeres, utilizándolas de reclamo publicitario para una actividad comercial. El Área de la Mujer de IU en Extremadura ve «vejatorio» el trato que se le da a las mujeres en esta convocatoria, que tilda de «deplorable».