Diez aplicaciones del Bótox: de combatir las arrugas a la lucha contra el cáncer
La parálisis que produce el bótox combate las arrugas - ABC
Neurociencia

Diez aplicaciones del Bótox: de combatir las arrugas a la lucha contra el cáncer

Uno de los venenos más potentes, la toxina botulínica, se ha transformado en un eficaz fármaco con múltiples aplicaciones

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Uno de los venenos más potentes, la toxina botulínica, se ha transformado en un eficaz fármaco con múltiples aplicaciones

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  1. Una potente neurotoxina

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    Inhalar la millonésima parte de un gramo de este potente veneno que ataca al sistema nervioso central sería suficiente para matar a una persona. Es la toxina botulínica y la produce la bacteria Clostridium botulinum, que puede contaminar alimentos (botulismo) causando graves intoxicaciones potencialmente letales. Además de visión borrosa y vómitos, provoca una parálisis muscular progresiva que causa la muerte. Pero en manos expertas y en dosis adecuadas, esta toxina, conocida como bótox, tiene muchas aplicaciones terapéuticas.

  2. Borrar las arrugas

    La parálisis que produce el bótox combate las arrugas
    La parálisis que produce el bótox combate las arrugas - ABC

    La más aplicación conocida y popular del bótox, es us uso estético, que se aprobó en 2002, para luchar contra las arrugas. Para ello ha sido necesario controlar la páralisis que provoca este veneno. El secreto estar en utilizar bajas dosis para conseguir que las arrugas desaparezcan: «El músculo se paraliza un poco, de forma imperceptible para los pacientes, y al no contraerse, desparecen las arrugas», explica Julio Pascual Gómez, director del área de Neurociencias del Hospital Central de Asturias y profesor titular de Neurología en la Universidad de Oviedo.

  3. Tratar el ojo vago

    La primera aplicación del bótox fue en oftalmología
    La primera aplicación del bótox fue en oftalmología - ABC

    Sin embargo, la primera aplicación clínica del bótox fue para tratar el estrabismo. La llevó a cabo en 1973 el neurólogo Alan Scott, uno de los principales investigadores de esta técnica. Se probó en monos y en 1976 se inyectó por primera vez en humanos. Cinco años después recibió la aprobación de la Agencia del Medicamento estadounidense (FDA), y en el 1989 se utiliza para tratar el estrabismo infantil.

    El estrabismo es un desequilibrio de los movimientos oculares por determinadas causas, que ocasiona que los ojos no miren al mismo punto. El botox se inyecta en los músculos que desvían la mirada para paralizarlos. El tratamiento es eficaz en un 75% de los casos.

  4. Combate los trastornos del movimiento

    Entre las muchas aplicaciones del botox está la incontinencia urinaria
    Entre las muchas aplicaciones del botox está la incontinencia urinaria - ABC

    La neurología es la especilidad clínica que más se beneficia de las aplicaciones más notables del bótox. Sus indicaciones principales son las derivadas de los trastornos del movimiento, como las distonías o contracciones repetitivas e involuntarias que generan posturas anómalas (torsiones) en una o más partes del cuerpo.

    También se utiliza para tratar la tensión y rigidez muscular (espasticidad) que acompaña a algunas enfermedades, como la esclerosis múltiple o la adenoleucodistrofia. Y en particular es muy útil para combatir las secuelas de la parálisis cerebral.

    Es eficaz para paliar la incontinencia urinaria asociada a algunas enfermedades neurológicas o la asociada a la edad que no responde a otros tratamientos. Y logra también disminuir el exceso de sudoración en las personas que sufren hiperhidrosis.

  5. Combate el dolor

    Sus propiedades analgésicas se descubrieron por casualidad al utilizar el bótox con fines estéticos
    Sus propiedades analgésicas se descubrieron por casualidad al utilizar el bótox con fines estéticos - ABC

    El bótox en estética tenía un curioso «efecto secundario». Las personas con migraña que lo recibían empezaban a notar mejoría en sus crisis dolorosas. En el 70% de los casos se reducían a la mitad y en general se controlaban mejor, sin necesidad de pasarlas en cama, ni acudir a urgencias, explica el doctor Pascual.

    Sus propiedades analgésicas se deben a que impide que las señales del dolor viajen al sistema nervioso central. De ahí que se utilice también para combatir las dolorosas migrañas y, debido a su eficacia probada en los dolores crónicos, esté incluido desde el año pasado en la sanidad pública.

  6. ¿Eficaz en oncología?

    Las últimas aplicaciones del botox llegan a la oncología
    Las últimas aplicaciones del botox llegan a la oncología - Science Translational Medicine

    Cuatro décadas después de los primeros ensayos del neurólogo Alan Scott, con el estrabismo, lejos de agotarse este filón terapéutico, se siguen abriendo nuevas perspectivas para el bótox en otros campos. El, en oncología, por su posible utilidad para frenar el cáncer de estómago.

    Como relajante muscular el bótox impiden la liberación de un neurotransmisor denominado acetilcolina. Esta molécula, además de ser fundamental para la contracción muscular y jugar un papel importante en la atención, el aprendizaje y la memoria, al parecer pone en marcha una serie de vías de señalización que estimulan a las células madre tumorales a dividirse. En otras palabras, actúa como un combustible que alimenta el crecimiento del tumor. Y el bótox cierra la «manguera de suministro» de acetilcolina, que en el caso del cáncer de estómago es el nervio vago.

    Lo recogía un trabajo de la Universidad de Columbia publicado en en «Science Translational Medicine». Los científicos han observado durante mucho tiempo que los cánceres tienen muchos nervios alrededor de las células tumorales. Y otra pista proviene de los pacientes con cáncer de estómago que habían sido sometidos a una intervención quirúrgica para seccionar el nervio vago. El número de recidivas en las regiones donde se habían cortado las conexiones nerviosas era menor.

    Basándose en este estudio, ya ha comenzado en Noruega un ensayo clínico en fase II. Es probable que la conexión nervios-tumor se dé en otros cánceres sólidos, como el de próstata, aunque los nervios involucrados pueden variar, señalan los investigadores.

  7. Un analgésico de acción prolongada

    Un pinchazo cada varios meses para combatir los dolores, como posible aplicación del botox
    Un pinchazo cada varios meses para combatir los dolores, como posible aplicación del botox - ABC

    El efecto analgésico de la toxina botulínica está «contaminado» por su acción de leve parálisis. Una alianza entre el bótox y otra toxina, en este caso la tetánica, podría aportar la solución. A partir de ellas se ha sintetizado una molécula que alivia el dolor inflamatorio sin efectos paralizantes. La versión mejorada del bótox tiene otra beneficiosa peculiaridad: su efecto analgésicos dura meses. Está pendiente de desarrollo.

  8. ¿Útil contra la depresión?

    Impedir que se frunza el ceño, podría aliviar la depresión
    Impedir que se frunza el ceño, podría aliviar la depresión - Fotolia

    Debido a sus múltiples aplicaciones, la investigación no se detienen. Y algunas son muy curiosas. Como la realizada por ealizado por el doctor Eric Finzi, publicado en el Journal of Psychiatric Research. Su trabajo se basa en la teoría de la retroalimentación facial de Charles Darwin y el psicólogo William James, que sugiere que las expresiones faciales influyen en el estado de ánimo.

    Así que cogieron a 74 voluntarios que sufrían depresión de moderada a severa y los incluyeron en un ensayo doble ciego para ver si estirar los músculos que se fruncen en la frente cuando estamos disgustados mejoraba su estado de ánimo. Hicieron dos grupos, a unos los inyectaron una dosis de toxina botulínica y a otros un placebo en los músculos corrugadores y procerus entre las cejas.

    Los resultados mostraron que los síntomas depresivos (valorados con la escala MADRS) en el grupo tratado con botox disminuyeron un 47 por ciento después de seis semanas, en comparación con el 21 por ciento en el grupo placebo. Según los autores, su estudio es el primero en mostrar una diferencia significativa en la tasa de remisión con bótox en pacientes depresivos.

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