Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid
Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid - EFE
Real Madrid

Ancelotti pacifica el Madrid en 500 días

El entrenador italiano cumple este viernes medio millar de jornadas en el banquillo blanco. Encontró un equipo en zozobra y lo convirtió en ganador

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Son días de vino y rosas en Concha Espina. El Real Madrid, cinco meses y medio después de levantar la Décima en Lisboa, sigue subido a la cresta de la ola impulsado por el mayor éxito de la historia del club. Los blancos lideran la Liga en solitario, ya se han clasificado matemáticamente y como primeros de grupo para los octavos de final de la Champions y tienen también encarrilado su pase para dicha ronda en la Copa del Rey. Y todo ello, bajo la mano izquierda de Carlo Ancelotti.

El técnico italiano cumple este viernes 500 días en el banquillo merengue y lo hace instalado en la excelencia, como prometió el 26 de junio de 2013 en el Palco de Honor del Santiago Bernabéu

: «El Madrid tiene que ganar jugando un fútbol espectacular». Tras dos años en París, Carleto cambió el Arco del Triunfo por la Puerta de Alcalá para dar vida a uno de los anhelos de Florentino Pérez: «Hace años te comenté que un día serías mi entrenador. Ese día ha llegado. Yo, al igual que tú, también cumplo un sueño. Millones de aficionados de todo el mundo esperan lo mejor de ti. El reto comienza aquí y ahora», aseguró el presidente del Real Madrid en aquella calurosa mañana de verano en la capital de España.

De Mourinho a Ancelotti

Ancelotti aterrizó en Valdebebas tras tres temporadas de vaivenes con Mourinho como epicentro de la cima y la sima. El entrenador luso logró la Liga mas opulenta de la historia del Madrid ( 100 puntos y 121 goles en la temporada 11-12) y rompió la barrera de coral en la que se había convertido el cruce de octavos en Champions, pero dejó más tierra quemada que labrada. En la sala de trofeos, apenas tres títulos de once; y en la entidad, más hastío que amor al vivir perennemente en la zozobra por culpa de su peculiar e indómito libro de estilo. Carleto «el pacificador» tenía horas extras por delante.

La llegada tardía de Bale, la impopular marcha de Ozil y la baja de Xabi hasta noviembre fueron tres zancadillas complicadas de esquivar en los inicios de la era Ancelotti. Atlético y Barcelona dieron buena cuenta de los blancos en el primer cuarto de Liga provocando en el equipo un sudoku de identidad y juego con Ramos ejerciendo de mediocentroen el clásico del Camp Nou. Aún así, Carlo se mantuvo sereno y firme: «Voy a dar con la tecla, confío mucho en mis jugadores». Así fue. Ayudado por la buena marcha en Europa, la recuperación de Alonso y la acertada reconversión de Di María como interior, el famoso 4-3-3 con la BBC comenzó a generar réditos.

Luces e incertidumbres

En febrero, el Madrid se había metido en la final de Copa del Rey sin recibir ni un solo tanto; y en marzo, había pasado por encima del Schalke (global de 9-2) para acceder a los cuartos de Champions, además de colocarse líder de la Liga tras remontarle seis puntos de desventaja a Barcelona y Atlético. El sueño del triplete sobrevoló el Bernabéu durante varias semanas, pero un irregular final en el campeonato doméstico evitó la hazaña. Eso sí, la Copa y la venerada Décimafueron conquistadas con gran heroicidad y merecimiento. Ancelotti solo había necesitado nueve meses para ponerle, doce años después de su bella ejecución en Glasgow, el punto y seguido a la volea de Zidane.

La segunda temporada de Carleto en el banquillo del Real Madrid ha pasado de cero a cien en apenas cincuenta días. El verano en los despachos rompió rutinas: James y Kroos, los grandes fichajes de la temporada, ya estaban oficializados a mediados de julio y el ocaso del mercado estival sembró de oscuridad las etapas de Di María y Xabi Alonso en la entidad blanca. Estas dos inesperadas salidas, más la derrota en la Supercopa de España contra el Atlético, unido al mal inicio en Liga (tres de nueve puntos posibles) convirtieron en un detalle la consecución de la Supercopa de Europacontra el Sevilla. En doce meses, Ancelotti ya había logrado los mismos títulos que su predecesor en 36, pero no era suficiente.

El de Reggiolo sacó el escudo contra el nerviosismo y volvió a lanzar un mensaje de esperanza: «Este año también encontraré la solución justa para el Real». Dicho y hecho. En mes y medio, los blancos han pasado de estar a seis puntos del liderato a situarse en lo más alto de la tabla, aparte de hacer los deberes en Champions y Copa y despreocuparse de ambas competiciones hasta 2015. Ahora bien, si los resultados son buenos, las sensaciones son espléndidas. La fórmula del 4-4-2 con Kroos, Modric, Isco y James impartiendo «clínics» cada tres días y con Ronaldo y Benzema en el mejor momentos de sus carreras ha enamorado al mundo del fútbol. El Madrid 2.0 de Ancelotti está jugando como nunca lo había hecho en lo que llevamos de siglo. Todo ello, a seis semanas de que los blancos puedan levantar el Mundialito de clubes o, lo que es lo mismo, el cuarto título de los seis disputados con Ancelotti en el banquillo.

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