Comienzan las obras para peatonalizar la glorieta Pío XII de Utrera

Desde el 5 de octubre aquellas personas que utilizan el coche para desplazarse por Utrera se encontrarán con la imposibilidad de circular y aparcar en todo el entorno de la glorieta Pío XII. Es la fecha marcada por el equipo de gobierno municipal para iniciar una profunda rehabilitación de este espacio, que se convertirá en una plaza peatonal, en la que estará prohibido circular y aparcar.

Son obras que a buen seguro van a generar algunos problemas de circulación en la localidad al encontrarse muy cerca del centro y existir en las inmediaciones infraestructuras destacadas como los juzgados, un centro de salud o el colegio de Los Salesianos. Las obras tienen un presupuesto de 570.522 euros y se enmarcan en las acogidas al Plan de Fomento del Empleo Agrario (PFEA), antiguamente conocido como PER.

Con el objetivo de causar el mínimo de molestias posibles a los vecinos de la zona y a los conductores, el Ayuntamiento ha diseñado una serie de modificaciones en la circulación habitual de las calles que se encuentran en el entorno. Una vez que acaben las obras, la plaza solo mantendrá un carril dedicado al tráfico rodado, mientras que el actual circuito cambia el sentido de tráfico, permitiendo el acceso al centro de la ciudad a través de la calle Álvarez Hazañas, para salir por Las Mujeres. En cuanto al pequeño viario que actualmente existe entre el centro de salud y la discoteca, también quedará como zona peatonal, integrándose en el resto de la nueva plaza.

Una de las principales novedades que plantea el proyecto es la eliminación total de las plazas de aparcamiento que en la actualidad se ubican en la glorieta, un lugar que además suele ser aparcamiento habitual de padres y madres que llevan o recogen a sus hijos del colegio de Los Salesianos. Una vez que finalicen los trabajos, únicamente permanecerán algunas plazas de aparcamiento de carga y descarga.

El proyecto planteado contempla igualmente la instalación de dos espacios reservados a juegos infantiles, que ocuparán dos de las partes centrales de la nueva plaza. La obra traerá consigo la colocación de varios bancos y papeleras, la creación de zonas ajardinas y la plantación de varios naranjos, mientras que la actual palmera desaparece del plano. Todo ello se situará sobre solería de granito y piedra natural, que dibujará varios espacios en Pío XII.