«Que todo fluya y nada influya»: traca final de cuernos, brotes y despedidas en ‘La isla de las tentaciones 4’

Telecinco emite el final del ‘dating show’ en dos partes. En la primera, parejas y solteros disfrutan de las últimas citas

Cuándo es el reencuentro de 'La isla de las tentaciones 4'

María Robert

A efectos prácticos ‘La isla de las tentaciones 4’ se parece mucho a un culebrón turco: engancha igual, y encima cortan cada capítulo en lo mejor. Ahí, con ensañamiento y mala leche. Estirando la tensión (y el chicle) del desenlace de la edición, Telecinco ha dividido el último programa en dos partes, emitiendo una primera entrega muy de transición este martes 11. ‘Spoiler’ para quien sintonice la tele con ansia de conocer el destino de los protagonistas: aún no se han visto ni las cenizas de las hogueras finales.

A falta del salseo definitivo, el capítulo 10.1 resuelve la trama dejada a medias la semana anterior, que también va bien servida. Porque sí, el esperado encuentro en las hogueras de los solteros entre Alejandro y Stiven termina en representación gráfica de acabar como el rosario de la aurora.

El novio de Tania , que si hubiera un medidor de intensidad lo reventaba, ha sobrellevado entre regular y malamente el paso de su chica por ‘La isla de las tentaciones’ . Primero se desquició por el acercamiento entre esta y Zoe , sobre todo al enterarse de que la alicantina es bisexual. Después vino la etapa de macho doliente mientras su pareja se replanteaba, con toda sensatez viendo los reprochables comportamientos del gaditano, la relación. Y la buena sintonía con Stiven lo remató, pese a que la muchacha no se haya planteado en ningún momento pasar a mayores con el soltero.

¿Qué podía salir mal en un cara a cara con el tentador? Con falsa cordialidad, Stiven saluda a los chicos, un gesto al que el concursante de ‘Gran Hermano VIP 4 ’ responde intentando ser neutral. «Te veo una chaval educado, no quiero una batalla contigo». Pero lo de estos dos prometiendo no atacarse tiene el mismo futuro que el tratado de no agresión firmado por Alemania y la Unión Soviética antes de la II Guerra Mundial. O sea, ninguno. Hitler tardó una semana escasa en invadir Polonia; ellos, ni unos minutos en enzarzarse.

Primero, eso sí, dialogando civilizadamente… en la medida de sus posibilidades. «Hay cosas que no me gustan de ti. Eres una persona insegura, eres un poco cobarde, tienes falta de confianza en Tania , y faltas de respeto que en una relación no se pueden tener», suelta Stiven , dejando a su rival descolocado e intentando dejar claro que se equivoca. «Yo te digo lo que ella siente como novia, y siente vergüenza», aclara el tentador.

Como sus compañeros, después del primer asalto, Alejandro le formula al amigo especial de su novia tres preguntas. Así averigua que no ha habido relaciones sexuales entre ellos, que Tania sigue enamorada de él, y que Stiven no querría parecerse a Alejandro ni en el blanco de los ojos. Ni siquiera por su novia. «Pienso que tú la quieres mal. Y ella te quiere, pero está abriendo los ojos y se le está cayendo la venda». «Tú no tienes ni chicha ni ‘limoná’, hermano. Yo le doy mucha alegría y la hago reír mucho», contraataca el mister España.

Sandra Barneda , entre tanto, intentando que reflexione sobre las palabras del soltero. Pero eso es más difícil que una edición de ‘La isla de las tentaciones’ sin cuernos.

Al final, Alejandro le tiende la mano a Stiven para despedirse, pero el tentador la rechaza ¡Y barra libre de insultos del gaditano! «¡Eres un mierda! Le he dado la mano con toda la buena intención, pero no ha tenido c******. Que no te has comido ni un colín ¡Payaso!».

Últimas citas y revolcones

Antes de tomar la decisión definitiva sobre sus relaciones, los protagonistas mantienen una última cita con sus solteros preferidos. Esta vez por todo lo alto, disfrutando de una velada a solas en un hotel de lujo durante 24 horas. O como afirma Álvaro , «que todo fluya, nada influya, y pase lo que tenga que pasar». Filosofando sobre el ‘carpe diem’, el novio de Rosario «abre su corazón», y más cosas, a Sabela .

En el sótano del fracaso de Nico siempre hay otra planta más, que diría un sabio contemporáneo. Por si cuela una cita a tres, el futbolista sigue alimentando el rollo de su indecisión entre Miriam y Rosana . Sin embargo, las solteras se plantan y le exigen que se decida; lo hace por la catalana. Representando a la audiencia, para la de Mallorca resulta «muy ‘heavy’ todo». A base de pesadez consigue su objetivo: la noche acaba picante para él.

Los otros dos deciden no mantener este último encuentro, pasando sus últimas horas tranquilos en su villa. El picaflor reconvertido de Josué , quien lo hubiera dicho, ha acabado siendo, sin contar a Darío , el único hombre decente de Villa Playa.

«Me alegro de haber llegado hasta este punto firme y sin haber caído en la tentación. Tengo muchas ganas de ver a Zoe de nuevo. Me he dado cuenta de que mis sentimientos hacia ella han ido a más. La quiero y la necesito en mi vida. Cuando hay sentimientos no hay tentación que valga».

Alejandro , ya apaciguado de su enésimo brote, lo aparenta. «Las chicas son preciosas, pero como mi Tania no hay nadie. Me quiero ir con ella».

La inesperada decisión de una de las chicas

En Villa Paraíso, Rosario escoge a Suso, si bien más que una cita parece que necesita un psicoanalista. «Quiero encontrar respuestas. Sé que me va a aconsejar y entender lo que siento».

Gal.la , por su parte, cree que Miguel aún no se ha abierto lo suficiente con ella, así que lo invita a disfrutar de una velada romántica para conocerse más en profundidad. Pero será el jacuzzi, la noche, el vino, o todo junto… Tanto la novia de Nico como la de Álvaro acaban otra vez juntos y revueltos con sus respectivos. Que no se diga que no tienen compenetración con sus parejas.

Mientras tanto, Zoe , sin saberlo, sigue los pasos de su novio y se queda en Villa Paraíso sola, rechazando tener una cita final. «He aprendido a confiar en mi pareja y me llevo la mejor versión de mí. ‘La isla de las tentaciones’ me ha enseñado a quererme, pero no me he sentido tentada en ningún momento. Tengo muy clara mi decisión», reflexiona.

La decisión más impredecible corresponde a Tania . «Me he dado cuenta de que he sido yo misma, de que me siento orgullosa de la mujer que soy. Y no voy a cambiar por nadie. Si Alejandro me quiere me tiene que aceptar tal y como soy», argumenta.

Por eso, aunque sabe que en la hoguera final tiene que solucionar cosas con su pareja, acepta pasar las últimas horas a solas con Stiven . «Mi tentación desde el primer momento me ha sabido tentar. A medida que lo he ido conociendo que no solo es atracción física como pensaba, sino que tenemos muchas cosas en común».

A la hora de verdad, eso sí, cada uno a su cama. «No puedo dormir contigo, iría en contra de mis principios. Necesito respetar a Alejandro , pero fuera me vas a tener y quiero que sigamos en contacto».

Despertándose del idilio a la mañana siguiente, las chicas y los chicos tienen que afrontar el último episodio de la aventura. Las villas cierran hasta la próxima. Ha llegado la hora de enfrentarse a la realidad de fuera.

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