First Dates

Una fogosa comensal rechaza a su cita por ser «de izquierdas» pero pretende lograr un encuentro sexual

Teresa confesó que le encantaba el sexo, pero no concebía que su compañero de mesa votara a Podemos

Ángel y Teresa tuvieron un encuentro en «First dates» que no terminó de funcionar

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Este miércoles, «First dates» volvió a abrir sus puertas para encontrar el amor. Y por el dintel del restaurante entró Teresa , una valenciana de 32 años, y de profesión encuestadora, que no dejaría indiferente a nadie. Según relató a cámara, la confundían con «alemana y polaca» por su belleza natural. ¿Conseguiría encandilar a su cita con su belleza europea?

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Lo que no sabían en «First dates» era que Teresa escondía muchos secretos que tardarían poco en salir a la luz. Aseguró ser «poliamor» , pero no por tener la capacidad de sentir cosas hacia diferentes personas, sino por su capacidad de querer relaciones sexuales constantes cuando no tiene pareja estable.

«Soy muy abierta, muy divertida y me encanta el sexo.No quiero que me aburra, porque todo el rato haciendo monólogos, no», dijo nada más sentarse con Carlos Sobera en «First dates» . Además de su gusto hacia la pasión carnal, su pareja debía de ser lo suficientemente detallista como para no permitirle sacar el monedero en ningún momento. «Que suelte la pasta, que yo soy muy tacaña» , dijo. Sorprendido, Sobera le preguntó si le había funcionado en el pasado, a lo que contestó afirmativamente: «siempre me ha funcionado, al que no le he mandado a la mierda y a tomar por culo» .

«Uno me invitó a Marina d'Or, a un apartamento con su madre, y sin conocerme de nada estuve allí dos fines de semana», relató. El presentador de «First dates» le pidió que eligiera solo tres requisitos para encontrar pareja, por lo que decidió buscar a alguien que fuera «simpático, con sentido del humor y que le guste mucho el sexo» .

Ángel, de 31 años y cuidador de mascotas de Valladolid acudió a las peticiones de Teresa. «Me gusta reírme pero sin ofender a nadie», comentó. Y es que, en el pasado, Ángel fue monologuista, por lo que parecía que la cita iba a ser bastante divertida. Sobre las peticiones que había hecho Teresa, Ángel coincidió con todas. «Las tres me gustan, me encantan» , y en especial la del sexo: «He tenido una época muy loca mientras no encontraba el amor. Mientras tenga poderío, lo voy a seguir haciendo».

Al sentarse en la mesa, empezaron los problemas entre los dos. Cuando Teresa supo que Ángel fue monologuista, quiso que le contara alguna de sus actuaciones. «No quiero», le espetó el vallisoletano. «Lo dejé por circunstancias y ahora soy cuidador canino» , le dijo. «Pues chico, no se que clase de monologuista eres. Encima que estás en "First dates", ¿a qué esperas?», dijo a cámara Teresa.

Otro punto de desencuentro entre ambos fue a la hora de hablar de tener hijos. Mientras que Teresa deseaba con todas sus fuerzas ser madre, la ilusión de Ángel no pasaba precisamente por comprar una cuna. «Los niños no me gustan porque ya tengo a mi perra. Mi mentalidad es la de hacer muchas cosas, con pareja, no tener hijos y vivir muy bien», comentó a la cámara de «First dates» . Y poco a poco, Teresa se iba hundiendo porque parecía que el exmonologuista no era simpático. «Es más serio que la mojama. Me ha parecido demasiado serio»

Pero el momento más tenso de la cena llegó cuando empezaron a hablar de política. Teresa afirmó desear poder echar al alcalde de Valencia, Joan Ribó, porque es del PSOE. «Si, soy de derechas» , dijo Teresa, al tiempo que Ángel empezó a torcer el gesto. «A mi lo que no me parece bien de Vox es que quiera levantar un muro», aseguró la valenciana. Sin embargo, su compañero de mesa era de una ideología completamente diferente.

«Yo soy más de izquierdas. Se me nota. De hecho, estoy en contra de la derecha», dijo Ángel. «¿Te gusta Podemos en serio? Que fuerte me parece» , le respondió desde el otro lado de la mesa la valenciana, sorprendida. Esta actitud de Teresa se debió, según Ángel, a que «le atormentó que, gustándole, fuera un chico de izquierdas». Además, el vallisoletano era animalista y estaba en contra de los toros, algo que no concebía Teresa.

A la hora de tomar la decisión final, Teresa tenía muy clara su respuesta: «No, porque es de izquierdas y tienes que ser más de centro o de derechas. Pero como amigos, me parece estupendo y escucho propuestas», le dijo. Por su parte, Ángel tampoco quería tener más encuentros con la valenciana, porque durante la cita «no estaba cómodo».

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