Grandes series y alguna joya olvidada que puedes ver en cada plataforma para superar el encierro
Disney+, HBO, Sky España, Movistar... ficciones que merece la pena ver en estos servicios de streaming durante la cuarentena
The Night Of
Un joven aparentemente inocente y modélico, una chica, un taxi y un brutal crimen. Así comienza «The Night Of», una de las joyas de HBO que ha hecho menos ruido del que merece. En las tripas de esta ficción, el violento asesinato no es más que un señuelo, un McGuffin, que permite a la serie centrar el foco en todo lo que sucede en las cloacas de un sistema judicial decadente en el que importa menos ser inocente que parecerlo y de un departamento de policía con influencia directa del de «The Wire» , donde los crímenes y los arrestos son simples porcentajes.
Un crimen que, paradójicamente, sirve de pista falsa con la que desmantelar las primeras impresiones, cuestionar las apariencias. El protagonista (Riz Ahmed) comienza siendo la presa fácil, pero el controvertido régimen penitenciario y de inserción en prisión termina pervirtiendo a un joven que, pese a los avances en las pesquisas, nunca averiguamos si realmente era culpable. De manipulado a embaucador.
Junto a John Turturro, un abogado a la deriva con una repulsiva urticaria, la pareja protagoniza una dualidad similar a la de los personajes principales de «Malas calles», de Martin Scorsese, de la que incluso un capítulo de la serie toma el titulo original e inédito. En un principio, el filme de Marty iba a llamarse «Season of the Witch» pero, finalmente y por mediación de su amigo y guionista Jay Cocks, terminó recibiendo el título de una frase de Raymond Chandler. La influencia de Scorsese no solo queda patente en la ambigüedad de los protagonistas, sino también en el taxi, en la lúgubre atmósfera que construye la serie, y hasta en la alergia del abogado, la misma que padece el propio director.
Disponible en HBO España.
The Last Dance
La joya que se ha sacado de la manga Netflix con esta serie documental todavía abruma. Dejando a las cámaras de la ESPN meterse hasta la cocina de los vestuarios, esta maravilla repasa la adicción competitiva de Michael Jordan o su rivalidad con Isiah Thomas , el base de los Pistons al que se le negó ir con el Dream Team a los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992; los desmadres de Dennis Rodman, el mejor reboteador de la historia de la NBA, y las claves de su fichaje por los Bulls, pero también el golpe sobre la mesa del alero Scotty Pippen, quizás el mejor aliado de Jordan pero también el más infravalorado por la directiva del equipo, encabezada por el fallecido Jerry Kraus, héroe y villano de un equipo de ensueño.
Por añadidura, imágenes de incalculable valor para los nostálgicos, que recuperan con el último baile de esos históricos Chicago Bulls de 1998 la adrenalina de ver anotar a Jordan desde ángulos imposibles, genio del basket y pesadilla de cualquier equipo de la NBA, pero tabién su primer encuentro contra el recientemente fallecido Kobe Bryant , otro mago del balón de quien Air Jordan fue mentor y amigo.
Disponible en Netlfix , que estrena dos capítulos cada lunes.
Arde Madrid
Una joya para los aficionados al cine clásico y, sobre todo, a las estrellas de la industria que recalaron en la capital gracias a Samuel Bronston, el judío errante de origen rumano que construyó en Madrid un imperio al que llamaron el «Hollywood en el Manzanares». Una serie cuyo eje es Ava Gardner (Debi Mazar), que le dio categoría sexual a la Villa, a donde llegó en 1954 , y, donde embriagada por sus licores y sus gentes, se quedaría casi quince años. Madrid, y no París como escribiera su amigo Ernest Hemingway, era una fiesta, y «la pantera de Hollywood», su anfitriona.
Creada por Paco León y Anna R. Costa y rodada en riguroso blanco y negro, esta ficción recrea algunas de las grandes juergas de Gardner en España, las llamadas de Sinatra, esa particular troupe nacional que formó con Luis Dominguín o Lola Flores y hasta sus diferencias con el general Perón, su vecino.
Disponible en Movistar+.
Catalina la Grande
La Corte británica era ya vieja conocida de Helen Mirren , toda vez que la veterana actriz se puso la Corona de Inglaterra en dos ocasiones, la última hace más de una década. El prolífico talento de la ganadora del Oscar requería de un territorio más vasto, y nada más idóneo que la ostentosa Rusa Imperial que Sky ha creado a su antojo, siendo como es descendiente de un coronel ruso y nieta del carnicero de la Reina Victoria. Pena que, por el camino, esa Catalina la Grande que tanto esfuerzo puso en aprender el idioma tras ser prometida al futuro zar Pedro III y su séquito no solo perdieran el acento, sino que ganaran todavía más en el de inglés cerrado.
Esta miniserie de cuatro episodios es atrevida y elegante. Cuidando al detalle los decorados y el vestuario de ese gigante ruso que la emperatriz procedente de Prusia modernizó a costa de quedarse aislada, «Catalina la Grande» no escatima en gastos sino en personajes. La economía de protagonistas sirve para mostrar una mirada certera a la camarilla de íntimos que rodearon a la zarina, desde sus amantes y consejeros, como Grigori Orlov y su hermano Alexéi –asesino de Pedro III–, hasta su hijo la condesa Praskovia Bruce, que compartía con la emperatriz el entusiasmo sexual y se convirtió en «l'éprouveuse», la «catadora de amantes» .
Precisa a grandes rasgos en la historia que relata –como la inquina de los hermanos Orlov y el ojo que le arrancaron a Potiomkin–, le basta a esta ficción europea con mirar al pasado, a la historia de una mujer poderosa que no tuvo complejos en ilustrar su imperio leyendo a Voltaire y cambiando de amantes. El que más le duró fue el estadista y militar Grigori Potiomkin, su «consorte» , interpretado con solvencia por Jason Clarke.
Disponible en Sky España.
The Mandalorian
La clave de Star Wars no estaba en enrevesar todavía más lo que ha terminado pareciéndose a un culebrón barato, sino en apostar por una vuelta a los orígenes de la saga ideada por George Lucas pero sin sus protagonistas habituales. No hacían falta pastiches como los de J. J. Abrams, un lastre creativo , repetitivo hasta el tedio, que ha perseguido a esas nuevas películas empeñadas en vivir del pasado, en resucitar viejos personajes en tramas manidas.
«The Mandalorian» prescinde de los Palpatine y Skywalker de turno y apuesta por un protagonista que pasea más carisma que todos los personajes de la nueva trilogía juntos a pesar de llevar siempre casco: el cazarrecompensas al que llaman Mando , relevo del clon Boba Fett, que se convirtió en una institución pese a su escasa relevancia cinematográfica en la saga galáctica.
Con la mitad de presupuesto que la última película de Star Wars —unos nada despreciables 100 millones la temporada— y un hombre de la casa como Jon Favreau a los mandos, Disney se ha sacado de la manga una joya con «The Mandalorian». Sencilla y sin grandes pretensiones , deja atrás la perpetua y maniquea lucha cinematográfica y aborda las consecuencias de la caída del Imperio. La victoria de los rebeldes no trae la felicidad prometida sino una especie de anarquía que sienta las bases para esta ficción que explica el vacío existente entre la trilogía clásica y la reciente, más fallida.
Disponible en Disney+.
The Boys
Gamberra, violenta y más oscura que sus primas hermanas de Marvel o DC , esta serie de Amazon Prime Video reinventa el universo de superhéroes al que nos tienen acostumbrados las clásicas viñetas y convierte a las estrellas de capa y mallas en unos villanos ególatras corrompidos por la fama.
Frente a ellos, el grupo encabezado por Karl Urban emprende su propia cruzada contra Los Siete, insensibles superhéroes que ya no persiguen el mal sino el dinero, al servicio de Vought, una multinacional todopoderosa que los maneja y oculta todos sus sucios secretos.
Basada en el famoso cómic homónimo escrito por Garth Ennis y dibujado por Darick Robertson, Seth Rogen es uno de los responsables de su adaptación a la pequeña pantalla.
