Nunca volveremos a casa

Nick es un viejo y famoso director de Hollywood que imparte clases de cine en una universidad. Sumergido en una búsqueda permanente de sí mismo, el realizador decide reclutar a una serie de discípulos en los que ve reflejados sus anhelos. No obstante, finalmente los traicionará.

Una muestra del más puro cine experimental a cargo del director Nicholas Ray ("Rebelde sin causa"), a la que hay sumar la colaboración de sus estudiantes. Todos ellos interpretan versiones ficcionadas de ellos mismos en un proyecto que surgió a raíz de la buena relación de Ray con sus pupilos. De hecho, el grupo se trasladó a una casa fuera del campus, donde montaron una comuna de cineastas, el resultado de la cual es "Nunca volveremos a casa". Se trata de una cinta totalmente atípica que combina los formatos más variados, incluyendo Super 8, 16mm y 35mm.

El proceso de montaje y exhibición fue casi más singular que el de rodaje, pues se proyectaron versiones inacabadas de la película en festivales internacionales, incluyendo el de Cannes. Posteriormente y durante varios años, el montaje se vio alterado y, aunque la versión más conocida es la de 1976, Ray introdujo cambios hasta su muerte en el 79.