Seis películas para ver en la Fiesta del Cine, según los críticos de ABC

Desde hoy y hasta el jueves, las entradas en la mayoría de cines de España costarán 3,50 euros

Fotograma de 'Modelo 77'

ABC

Desde este lunes y hasta el jueves 6 de octubre todas las entradas en más de 345 cines de España costarán 3,50 euros. Gracias a la Fiesta del Cine, que ya celebra su XIX edición, los espectadores podrán volver a las salas a precios de otra época. Como siempre deberán conseguir su acreditación en la web oficial www.fiestadelcine.com . Los mayores de 60 y menores de 14 años no necesitarán acreditarse. Para aquellos que duden entre qué elegir en la cartelera, proponemos las películas mejor valorada por la crítica de ABC .

Argentina, 1985

La cinta tiene en su punto de mira el juicio contra los responsables de la dictadura militar argentina y la trabajosa actuación del fiscal Julio Strassera; es decir, que la historia tiene un alto componente de amparo en hechos reales, pero también elementos de ficción, dramáticos y familiares que la hacen entretenida y atractiva para el público. El director, Santiago Mitre, que conoce los resortes del thriller político (‘La cordillera’, y también con Ricardo Darín ) lo adereza aquí con el gancho casi siempre infalible de las películas de juicios y la posición inequívoca de la cámara, junto a los acusadores y frente a los acusados, Videla y su Junta Militar.

Los puntos de interés de la trama están bien elegidos y narrados, desde la composición y dedicación del joven equipo de juristas que colaboraron con Strassera, a la sensación de que tenían que luchar contra una gigantesca y amenazante trama aún presente en los poderes del Estado, o los testimonios terribles , con siniestra sensación de veracidad, de algunas de las víctimas y familiares. Por otra parte, está el conflicto personal y familiar de Strassera, interpretado con la habitual fuerza y agilidad de verbo que Ricardo Darín le inocula a sus personajes, además de un sentido del humor que no está en el ambiente, pero sí en su modo de paladearlo y escupirlo. Ese equilibrio entre broma y tensión, acompañado de un ritmo veloz, tropezante, consiguen aligerar el peso de su larga duración. [ Crítica completa de 'Argentina,1985' ]

Fotograma de 'Argentina 1985'

La consagración de la primavera

No siempre ocurre, pero en esta película, sí: en su título lleva encubierta la clave de la historia que va a contar y los estímulos difíciles de descifrar (comprender) en el comportamiento de su personaje protagonista, una joven que llega a Madrid, ingenua e insegura, para estudiar la carrera de Químicas. Pura época de floración y de despertar a la naturaleza . Fernando Franco , el director, suele poner a los personajes de su cine entre unos barrotes de asfixia y en un cubículo en el que no cabe ni un gramo de felicidad, títulos como ‘La herida’ o ‘Vivir’ que te dejan cuerpo de uva pasa. En ‘La consagración…’, que no es una película descargada de desgracia, el director se exprime más en buscarle el atractivo a los principios que a los finales .

El atractivo comienzo de su joven protagonista cuando conoce casualmente a David, joven como ella y que padece una parálisis cerebral que lo tiene inmovilizado en su cama . Este encuentro le permite a la historia enfocar a los personajes, los conflictos y los ‘asuntos’, y tal vez sea ya el momento de hablar de las impresionantes interpretaciones de ella, Valeria Sorolla , y de él, Telmo Irureta. Valeria Sorolla, una cara nueva en el cine y con una textura fabulosa para la papiroflexia, para construir, mediante dobleces, todo tipo de sentimientos, sugerencias e inquietudes escabrosas. Y Telmo Irureta se entrega con profundidad y simpatía a un personaje íntimamente unido a él (padece exactamente el mismo trastorno que el David de la historia). [ Crítica completa de 'La consagración de la primavera' ]

'La consagración de la Primavera'

Modelo 77

La película de Alberto Rodríguez inauguró hace unos días el Festival de San Sebastián y en estas páginas se publicó una crónica titulada ‘Modelo 77 o la Transición vista desde el interior de una cárcel' en la que se daban algunas pistas argumentales, de su tratamiento ideológico y político, además de otros detalles sobre sus personajes y actores; también, de la intención de construir cierta intriga con la introducción de un plan de fuga de presos, tan esencial en cualquier película carcelaria. Los sucesos que cuenta el director hacen referencia a hechos reales ocurridos en el año del título y a la espera de una amnistía general.

La acción transcurre casi totalmente en el interior de la cárcel Modelo de Barcelona , a donde llega el protagonista (Miguel Herrán), un joven acusado de desfalco y pendiente de un juicio que no llega. Y el desarrollo de la historia consiste en la progresiva transformación de ese personaje al contacto con los diversos tipos de presos y su relación con ellos, sean supervivientes, comunes o políticos. La primera parte de la película adquiere un color más ligero con la presencia del personaje que interpreta el actor Jesús Carroza y en la segunda toma ese relevo de personaje de compañía Javier Gutiérrez, que igual que Carroza le cambia el tono a la historia hacia, digamos, cuestiones de principios y apuntes humanos y filosóficos. [ Crítca completa de 'Modelo 77' ]

42 segundos

En un par de líneas, esta película trata de modelar la gesta de la selección española de waterpolo en los Juegos Olímpicos de 1992; pero, en el añadido de otro par, de lo que trata profundamente es sobre la rivalidad de diversos tipos, la pequeña y localista, la mediana y deportiva, la grande y nacional e ideológica, y la épica y personal por superarse a uno mismo. Los directores, Àlex Murrull y Dani de la Orden , explican perfectamente y en un par de plumazos de cámara la situación penosa del waterpolo meses antes de la celebración de los Juegos, y la apuesta extrema con un entrenador extremo, el croata Dragan Matutinovic (entre Jose Mourinho y J.K.Simmons en ‘Whiplash’), y la relación huraña entre waterpolistas catalanes y madrileños.

Con una buena ambientación de la época y su carácter, el excelente guion de Carlos Franco va anudando los diversos hilos de la trama, que está atada esencialmente a la personalidad de los dos jugadores clave, Manuel Estirarte y Pedro García Aguado , junto a la inescrutable del entrenador y sus técnicas de sargento de marines. Los tres actores, Álvaro Cervantes, Jaime Lorente y Tarik Filipovic son los que le proporcionan al interior de la película toda su complejidad y la mayor parte de su carga emocional (Filipovic, por cierto, sin arquear una ceja).

Los directores hacen una buena labor de rodaje y montaje, utilizan los recursos de los diversos tonos y géneros de la película, tanto del drama como de la comedia , tanto de la épica deportiva (no se engolosinan, como suele ser habitual, en la cámara lenta y en la gestualidad de ‘spot’) como de la cultura del esfuerzo y la superación, también de la solidaridad y la camaradería. Y se adorna también con un aceptable subrayado del ‘biopic’. Y qué se saca de este alarde cinematográfico sobre un deporte no excesivamente popular como el waterpolo, además de revivir una de las hazañas españolas en aquellos Juegos Olímpicos…, pues una idea atractiva del dentro y del fuera del agua, del dentro y fuera del ‘equipo’ y del dentro y fuera del éxito deportivo y la integridad personal.

[Crítica de 42 segundos]

42 segundos

Nop!

Jordan Peele recuerda a Shyamalan, Spielberg y Lynch, pero no se parece a ninguno de ellos. Para empezar, su sentido del humor es más negro y marcado, sin caer en una vía de escape tan socorrida como la autoparodia. En unos tiempos en los que sobran copias y homenajes, merece la pena destacar a un autor distinto, con estilo propio, mirada poderosa y un talento tan especial como el que exhibe el director y guionista de ‘Déjame salir’ y ‘Nosotros’.

Los habitantes de un solitario barranco de California se enfrentan a un descubrimiento escalofriante, dice la sinopsis oficial. Podemos adelantar que estamos mucho más cerca de los gritos que de las risas, pero esto tampoco basta para adivinar el argumento y menos aún el tono de la cinta de Peele. Peele aumenta de forma gradual la tensión, implacable, perfecto conocedor de los recursos que le ofrece su arte. Al mismo tiempo, parece un caballo en una prueba de obstáculos. Mejor aún, un caballo montado por un mono, dos animales que tienen su importancia en una historia cuya trayectoria no es lineal, lo que aumenta su impredecibilidad. El resultado es fascinante, aunque conviene apuntar que para muchos espectadores será una experiencia frustrante. [ Crítica completa de 'Nop!' ]

Jaula

No debiera adjetivarse esta primera película de Ignacio Tatay como cine de terror, aunque esté producida por uno de sus mayores amantes, Álex de la Iglesia , y tenga en su interior detalles, atmósfera y algún pequeño golpe (de mirada, de martillo…) que produzca en el espectador esa gélida granulación entre la espalda y el pecho. Es película de intriga, con un misterio dentro y al menos media docena de aciertos de guion y de puesta en escena que la hacen aún más atractiva. El enigma es una niña que les aparece (como la de la célebre curva) a una pareja en medio de la carretera, y el misterio es descubrir quién es, qué hace ahí, de dónde ha venido, dónde están sus padres y qué hacer con ella y el evidente trastorno que padece..., pues se considera enjaulada en un cuadrado de tiza y se aterroriza si se borra o si se le obliga a cruzarlo.

Fotograma de 'Jaula'

La narración progresa entre sugerencias y la necesidad de esa pareja, especialmente la mujer ( Elena Anaya ), de relacionarse con la niña e ir entendiéndola de un modo casi maternal, y en esa progresión resulta muy elogioso el modo con el que el director hace los cambios de punto de vista para que el espectador sepa o no sepa cómo anudar los hilos de la trama. Es muy ingenioso el artilugio de las tizas y muy admirable la implicación de los actores, incluida la niña Eva Tennear, que está fantástica en esta película pero que estaría igual de bien en una de exorcismos. Elena Anaya y su habitual intensidad producen misterios añadidos (¿qué quiere?, ¿por qué esconde la jeringuilla y las intenciones?) y a Carlos Santos hay que verlo dos veces en esta película para calibrar el alcance de su trabajo. En cuanto al desenlace, su resolución, es tan sutil, tan respetuoso con la inteligencia del espectador, que merece un aplauso. [ Crítica de Jaula ]

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