Bernard Stora: «'El caso Villa Caprice' es como un duelo del Oeste»

La nueva película del director francés está protagonizada por Neils Arestrup y Patrick Bruel

Javier Navío

'El caso Villa Caprice' relata el encuentro de dos hombres poderosos: un empresario de éxito que es acusado de haber comprado una propiedad en circunstancias sospechosas ( Patrick Bruel ) y el prestigioso abogado que intentará sacarle del embrollo ( Neils Arestrup ). El director y guionista Bernard Stora (Marsella, Francia, 1942) vuelve al cine tras más de 20 años dedicados a la televisión con este thriller que parte de un acontecimiento real: el misterioso suicidio del abogado Olivier Metzner en 2013.

- ¿Cómo descubriste esta historia?

- La historia en realidad no la descubrí yo. Me la propuso Pascale Robert-Diard, que es coguionista de la película. Es periodista y se ocupa de la sección judicial de Le Monde. Y, claro, ella conoce perfectamente este mundo: jueces, abogados, fiscales… porque ese es su trabajo desde hace años. Cuando se suicidó Olivier Metzner, un abogado muy famoso y poderoso en Francia, para ella fue un shock. Me habló de esto y me dijo que a lo mejor había algo interesante en esa historia. La pregunta era: ¿Qué puede empujar a un hombre de esta talla a suicidarse?

- ¿Hasta qué punto se basa el personaje del abogado en Olivier Metzner?

Tengo que dejar claro que la historia parte del suicido de Olivier Metzner pero recreamos totalmente el personaje del abogado. Lo único que hay de Metzner es su suicidio. Entonces, no nos documentamos. No sé más sobre Metzner de lo que sabía antes de hacer la película. Lo que intentamos fue alejarnos de la realidad. Lo que conservamos simplemente es la idea de un abogado que ha llegado a la cúspide de su profesión pero que decide suicidarse.  

- ¿Y qué hay del personaje del empresario? ¿Está inspirado en alguna persona real?

- Con el empresario ocurre lo mismo: no existe. Es muy posible que al público francés pueda recordarle a varias personas. Es más bien una amalgama de varios personajes.

- En esta película has conseguido reunir a grandes nombres del cine francés. ¿Cómo fue el proceso de casting para encontrar a los dos personajes principales?

- Con Neils Arestup ya había trabajado hace mucho tiempo en un papel más bien secundario. No me suele ocurrir que piense en un actor concreto cuando escribo mis guiones pero en este caso pensé en él desde el primer momento. Correspondía exactamente a la imagen del personaje que yo buscaba. Con el empresario la cosa fue más complicada. Si lees el guion, el papel del abogado parece más importante así que muchos de los grandes nombres con los que contactamos nos decían que el del empresario no era un papel principal. Patrick Bruel fue más inteligente y, al leerlo, se dio cuenta de que era un enfrentamiento, casi un duelo del Oeste, entre los dos personajes y no se molestó en contar las líneas del diálogo. Entendió que iba a ser un duelo espectacular y le apasionó el papel. Entonces empezamos a hablar, hizo algunos comentarios muy interesantes que nos sirvieron mucho y se entregó en la preparación del personaje.

- Al comienzo de tu carrera fuiste ayudante de dirección de algunos de los grandes genios del thriller: Jean-Pierre Melville, Henri-Georges Clouzot o John Frankenheimer. ¿Cuál de estos directores dirías que es tu mayor inspiración a la hora de hacer una película como 'El caso Villa Caprice'?

- Creo que todos los realizadores con los que he trabajado, tanto franceses como extranjeros, me enseñaron lo mismo pero de diferente manera: la obstinación. Desde el momento en el que tenían un proyecto en la cabeza, hacían cualquier cosa para que el proyecto se mantuviera intacto, tal como ellos lo habían querido desde un principio. Desde luego también aprendí muchas cosas técnicas, sobre el rodaje, etc. Pero sobre todo lo que me enseñaron fue un estado mental: no ceder, cueste lo que cueste.

- ¿Qué es lo que dice esta película sobre el poder? ¿Hay algún mensaje en concreto que quiera lanzar?

- No creo que desvele en esta película nada que no se sepa. Lo interesante de la película es ver este enfrentamiento entre dos hombres: cómo se manipulan, cómo los dos creen ser más listos que el otro, cómo creen estar controlando la situación... y mostrar al final quién realmente lo tiene. Cuando yo era ayudante de dirección, a veces tenía la impresión de tener el control pero nunca olvidaba que quien dirigía la película era el director y no yo. Más o menos es lo que ocurre aquí: el abogado es un hombre muy poderoso pero no deja de ser el sirviente del empresario, que es el que le paga. El abogado cree poder controlar y manipular a su cliente pero no es así.

'El caso Villa Caprice' se estrena en los cines españoles el 21 de enero.

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