CONTROL. Los propietarios de los animales creen que con el anterior sistema habría menos riesgo ante cualquier enfermedad.
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El veterinario en casa

Los ganaderos se quejan de la decisión de la Junta de fusionar las Agrupaciones de Defensa Sanitaria (ADS), lo que puede hacer que pierdan eficacia

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La ganadería gaditana empieza a recuperarse de los malos momentos que vivió hace un año por el foco de lengua azul que se detectó en la provincia y que puso en jaque a todos los productores. Un resurgimiento en el que ha tenido mucho que ver la buena labor de los propietarios de las reses, la constante vigilancia de los veterinarios pero, sobre todo, el buen funcionamiento de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria (ADS) que existen en la provincia y que han servido para coordinar el trabajo de ambos colectivos.

La mejor forma de entender la importancia de estas ADS, que en la provincia de Cádiz suman un total de siete, es extrapolar su funcionamiento a las personas. Y es que, a efectos prácticos, lo que permite esta unión de los ganaderos y los veterinarios es un seguimiento continuo de los animales ante cualquier revés o enfermedad, de manera que pueden disfrutar de una atención cercana, individual y en base a un historial conocido. Es decir, que el ganado cuenta con médicos de cabecera que identifican a la perfección a cada animal y que pueden reaccionar rápidamente y de forma eficaz ante cualquier pequeño síntoma.

Sin embargo, este engranaje que todas las voces implicadas reconocen que funciona con precisión puede desaparecer a causa de la decisión de la Junta de Andalucía de fusionar las ADS, que hasta la fecha operaban en núcleos locales, y ampliar su ámbito de aplicación.

Esta directiva, una de las últimas de Manuel Sánchez Jurado como director general de Producción Agraria de la Consejería de Agricultura, ha sido muy mal acogida por los ganaderos de la provincia, que ya han dejado muy claro que en este caso «la unión no da la fuerza» y que han empezado a organizarse para adaptarse a la norma antes de que cumpla el plazo el próximo 30 de junio. Pero estos ganaderos también se han esforzado por mantener las ventajas del anterior sistema.

Así lo comentaba el presidente de la ADS de Los Barrios, Francisco Fernández, que explicaba que en su caso la asociación que preside está obligada a integrarse con las otras tres que existen en el Campo de Gibraltar -que agrupan a unos 40.000 animales- pese a que «hasta ahora funcionábamos estupendamente».

Fernández, como los demás presidentes de las ADS de la provincia y la mayoría de los ganaderos, considera que con el nuevo sistema que pretende crear grupos comarcales «se anulará la capacidad de estas agrupaciones para actuar, y al ampliar el ámbito de actuación la gestión tendrá menos calidad».

Sin embargo, sus críticas son en balde porque «la Junta, espoleada por las directrices europeas que sólo entienden de ámbitos comarcales, no nos ha dado opción y tendremos que asumir su sistema, ya que a partir del 30 de junio las ADS que ahora existen ya no serán reconocidas».

Pese a todo, los ganaderos saben que sus animales no pueden prescindir del trato directo, de la cercanía del veterinario y de todos lo beneficios que aporta este sistema que «va en favor de la seguridad alimentaria y garantiza que nuestros productos son de máxima calidad cuando llegan al mercado».

Por eso, Fernández reconoce que van a mantener la labor de las ADS locales «como si fueran una especie de subsedes de la principal, la que estará en la comarca y que registrará la Junta». Así, uno de ellos será el presidente, y los demás serán vicepresidentes que trabajarán como lo han hecho hasta ahora.

De esta forma, mantendrán a todo el personal que había hasta ahora, podrán continuar con el control y el seguimiento de los animales de forma individual y «no destruiremos un sistema que costó mucho esfuerzos crear, pero que ha servido de instrumento integrador de toda la ganadería extensiva de Cádiz».