Brasil se aburre

Después de tres semanas de concentración previa a la disputa de la Copa del Mundo, ni los más pacientes han sido capaces de permanecer indiferentes ante la lejanía de la fecha del estreno en la competición. Los jugadores están cansados del régimen estricto de trabajo y de la falta de partidos, los técnicos asisten ansiosos a las retransmisiones televisivas de los amistosos de los rivales, los dirigentes no dan abasto en lo que a recepciones se refiere, la prensa pierde los temas para sus reportajes y los aficionados se quejan de que los entrenamientos están vetados para ellos. Demasiados personajes agraviados conforman en cualquier selección, y naturalmente en Brasil, el escenario para cualquier incomodidad imaginable. La Confederación Brasileña de Fútbol ideó un campeonato de tenis de mesa y otro de fútbol en videojuego. Tuvo entretenidos a los futbolistas durante la estancia en Weggis pero habría necesitado una convocatoria de 150 jugadores para mantener ambos torneos hasta el final de la Copa del Mundo. Una vez concluidas esas eliminatorias, vuelta a la normalidad y al aburrimiento.

'Ronaldo Fenómeno'

Ante la falta de interés de los dos amistosos disputados, los internacionales de Brasil han sido objeto de los más variopintos artículos periodísticos. Se lleva la palma 'Ronaldo Fenómeno', tal y como llaman al madridista para diferenciarle de Ronaldinho Gaucho. En veinte días, ha ocupado el mayor espacio en los medios de comunicación a causa de diferentes motivos: su presunto sobrepeso, una salida nocturna con otros jugadores en su día de descanso, unas llagas en sus pies, la fiebre que le impidió entrenarse un día y que derivó en una incipiente gripe, una leve sinusitis, una disputa verbal con el presidente de la República, Lula da Silva, y, la más reciente, las declaraciones de su padre, Nelio Nazario, en las que apuntó que tanto él como su propio hijo votan al citado dirigente, información sin confirmar por el delantero.

Dudas de Ronaldinho

Ronaldinho no ha sido menos, ya que las dudas sobre sus prestaciones con el combinado nacional son enormes y hace mucho tiempo que tiene esa cuenta pendiente con su país. Para la mayoría de columnistas brasileños, el azulgrana es un jugador de club y no de selección, estigma que debe resolverse cuanto antes para tranquilidad del interesado. De Adriano se dice que está viviendo de las rentas que le propiciaron el invento del 'cuadrado mágico' y su destacada actuación en la Copa de las Confederaciones. Para el periodismo de Brasil, el interista será el primer miembro de ese esquema táctico que dejará su puesto, en este caso, a Robinho. Pero ha llegado el momento de pensar sólo en los partidos mundialistas, para celebración de todos los actores de esta enorme película que es la selección pentacampeona del mundo. Como podrá suponerse, todo lo sucedido hasta el momento forma parte del espectáculo previo, del desfile en la suntuosa alfombra roja, de esas imágenes que el personal olvida en cuanto aparecen los títulos de crédito del inicio de la cinta y que verán, junto al tumultuoso entorno de la selección brasileña, su estreno mañana en la ciudad donde se libra anualmente el Oso de Oro.