EN FAMILIA. El empresario, flanqueado por sus tres 'novias' actuales Holly Madison (izqda.), Bridget Marquardt y Kendra Wilkinson.
Sociedad

El hombre del pijama

«La única vez que una mujer me ha dicho 'no' ha sido cuando estaba casado», asegura Hugh Hefner, fundador de 'Playboy' que ha visitado España para celebrar sus 80 años de vida y los 50 de su mítica revista

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hugh Hefner afirma que lo primero que admira en una mujer son sus ojos. «Porque soy un romántico chapado a la antigua -explica- y para mí representan las ventanas del alma». Pero la realidad es que al ver a sus tres novias en lo primero que te fijas -incluso siendo mujer- no es en sus ojos, sino en que las tres usan una talla de sujetador muy superior a la cien. Hefner es lo que se dice un fenómeno.

Hace 53 años fundó la revista Playboy y desde entonces no ha parado de celebrarlo. «Nací en una familia muy puritana, donde no había besos ni abrazos», comenta. Y es un hecho que este norteamericano, natural de Chicago, ha empleado mucha energía en sacarse aquella espina. El único magnate del mundo acostumbrado a hacer negocios en pijama acaba de visitar Barcelona dentro de la gira que está realizando para celebrar sus 80 años. Lleva así desde el 9 de abril. Y no denota el menor signo de cansancio.

Esta vez -¿qué decepción!- Hefner, aunque nos recibe en una suite del Hotel Arts, no viste su famoso pijama de seda con batín a juego, sino unos desgastados vaqueros. Pero se muestra como Pedro por su casa. Enseguida se adivina en él a un hombre juguetón, simpático... Y que está de vuelta de todo. «El pijama -explica poniendo una sonrisa pícara- es mi uniforme de trabajo. Pero estas semanas, con lo de la gira, estoy usando pantalones más que nunca en mi vida».

No aparenta 80 años. «Mi madre -dice- vivió 101; así que confío en la genética. La verdad es que me encuentro en el mejor momento de mi vida. Y creo que se debe a que no estoy casado». Lo estuvo, dos veces: la primera con una compañera de universidad, con la que tuvo dos hijos, y la segunda, con una de sus conejitas. «Creo que me casé por segunda vez por miedo a la muerte -confiesa-; porque en 1985 tuve una embolia y sentí que debía imponerme una vida ordenada. Pero, créame, no funcionó. Durante ocho años y medio le fui fiel a mi mujer. No sabe lo largo que se me hizo... Pero en 1998 me divorcié y descubrí que toda una nueva generación había crecido y me estaba esperando... ¿para jugar!».

Y ahí lo tienen, viviendo con un pequeño harén compuesto por las rutilantes Kendra, Bridget y Holly. De esta última, con la que lleva cuatro años, dice que es su alma gemela, «a pesar de la diferencia de edad», y que espera pasar con ella el resto de su vida.

«Se llevan muy bien entre ellas -precisa Hefner-. Antes tenía siete novias y había peleas, pero ahora he sentado la cabeza y las he reducido a tres».

Asegura que el trío juega con él todas las noches. «¿Claro que hay sexo entre nosotros! -proclama-. Hago el amor unas tres veces por semana. Y ellas nunca me dicen que no. Creo que la única vez que una mujer me dijo que no fue cuando estaba casado. Mi secreto es la vida sana. Me en-cuentro más en forma que hace veinte años. Pero es porque me cuido más». Y porque, como confiesa más tarde, tampoco le hace ascos a la viagra. «Además -añade- tengo suerte porque mis chicas no son celosas. Yo tampoco con ellas, pues no me dan motivos. Pero admito que puedo serlo, ya que en el fondo soy un hombre muy posesivo». Define su revista como «una celebración de la vida». En sus páginas han posado, entre otras, Madonna y Daryl Hannah, pero para su fundador no ha habido mejor playmate que la que ocupó su primera portada, en 1953: Marilyn Monroe. Por eso él se ha reservado una tumba junto a la de ella. «Si tuviera que elegir a una de las actuales conejitas, me quedaría quizá con Pamela Anderson», reflexiona el editor.

«No puedo quejarme»

Precisamente, recordando a Marilyn y su famoso Happy birthday dedicado a Kennedy, Paris Hilton cantó el Cumpleaños Feliz a Hugh Hefner por su octogésimo aniversario. En la fiesta estuvieron, entre otros, Donald Trump y Oliver Stone. «Paris es divertidísima y muy inteligente -observa Hefner-. Estamos deseando que pose para nuestra revista.De hecho, estuvo a punto de convertirse en playmate, pero en el último momento su mamá se lo prohibió». Según Hefner, para llegar a ser conejita de Playboy, además de estar bien dispuesta, hay que tener «una cara guapa, buena figura y buen carácter».

Está claro que sus tres novias reúnen los requisitos. Ellas alegran las noches de este jovial octogenario que, cuando no está de gira, dice llevar una vida relajada y divertida. «Me levanto a última hora de la mañana y dedico la tarde a mis negocios: entrevistas, hablar con mis editores... Y cuando llega la noche salgo con amigos y mis tres novias... la verdad, no puedo quejarme».