TEMORES. El comercio tradicional exige mayor protección. / A. Z.
SAN FERNANDO

Los comerciantes del centro aseguran que los futuros planes urbanísticos no velan por ellos

El gremio rechaza la próxima ampliación de Bahía Sur y el límite de extensión fijado para los establecimientos del caso histórico

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Los futuros planes urbanísticos de San Fernando no dejan de suscitar reacciones adversas entre diversos grupos de la ciudadanía isleña. Los últimos en mostrar su rechazo ante determinados puntos tanto del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como del Plan Especial de Proteccción y Reforma Integral del Casco Histórico (Peprich) han sido los pequeños comerciantes que tienen ubicados sus negocios en el centro de la ciudad.

La Asociación de Comerciantes de San Fernando (Acosafe) considera que el Consistorio isleño no ha tenido en cuenta al gremio de minoristas a la hora de trazar los nuevos planteamientos y afirma que alegará y hará todo lo posible por impedir que se ejecuten determinados apartados que perjudican claramente a dicho colectivo. El presidente de Acosafe, Manuel Martínez, mantiene que los nuevos textos urbanísticos no deberían descuidar a los empresarios del casco histórico, ya que «la restructuración sufrida en los últimos años por Izar y la Armada Española ha dejado al comercio tradicional como una de las bases fundamentales de la economía de la ciudad».

La principal disconformidad advertida en el próximo PGOU por este grupo de empresarios hace referencia a una ampliación del complejo de Bahía Sur cercana a los 73.000 metros cuadrados. Martínez, mantiene que dicha actuación podría herir de gravedad a los casi 3.000 empresarios del centro, muchos de los cuales han visto reducidos sus beneficios en casi un 30% desde la apertura de Bahía Sur en 1992. «Al pequeño comercio le ha costado mucho trabajo volver a levantar cabeza desde que el complejo de Caño Herrera abrió sus puertas, y ahora que volvíamos a estar asentados e ilusionados gracias a iniciativas como el Centro Comercial Abierto aparece un nuevo obstáculo muy difícil de salvar», asegura el presidente de los comerciantes.

El alcalde de la ciudad, Manuel María de Bernardo, mantiene, en cambio, que los nuevos planes no limitan sus objetivos comerciales a Bahía Sur, sino que también apuestan por los minoristas del centro, ya que su propuesta es «distinta y complementaria».

Por su parte, el grupo municipal socialista ha propuesto que la futura ampliación del complejo quede condicionada al pago de compensaciones monetarias a los empresarios del casco histórico.

Franquicias

Por otro lado, los empresarios del centro consideran poco oportuno que el Peprich establezca un límite de extensión, fijado en 500 metros cuadrados, para las superficies comerciales del casco histórico. Los afectados no comprenden como los nuevos textos permiten ampliaciones de centros comerciales e impiden la ubicación de grandes negocios en el centro urbano. «Las grandes franquicias han visto una atractiva opción en las principales arterias urbanas, y esta medida no haría posible que el comercio tradicional se beneficiara de las ventajas que la llegada de una de estas firmas supone para los negocios cercanos», afirma Martínez.