La mayoría de los vecinos de Gallineras culpa al Ayuntamiento del abandono de la zona

Muchos de los habitantes de Gallineras señalan la dejadez mostrada por la administración local como principal causa de las conclusiones del reciente estudio social realizado por el Grupo de Investigación de la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales, Trabajo Social y Turismo de Jerez, que cataloga a dicha barriada como la más deprimida de la ciudad.

Entre las razones más mencionadas por los vecinos para justificar dicha opinión se encuentra una supuesta discriminación del barrio frente a zonas colindantes en lo que a la dotación de servicios e infraestructuras se refiere. Los de Gallineras aseveran que la apertura de la Ronda del Estero al tráfico y el intenso crecimiento del área de Camposoto no han reportado ninguna mejora considerable a la barriada.

Por otro lado, la mayoría de los habitantes de Gallineras se muestran muy satisfechos con la tranquilidad de su vida cotidiana y consideran que el nivel social de la zona es muy similar al de otras áreas de San Fernando.

Opiniones

Varios isleños dejan constancia, a pie de calle, de dichas realidades. Según Paqui Cortejosa, vecina de Gallineras, la carencia de servicios y de superficies comerciales y de ocio se presenta como el principal inconveniente de la zona. «Estamos muy apartados de todo y dependemos en gran medida del autobús», afirma Paqui.

Por su parte, José Manuel García, también habitante de Gallineras, opina que la barriada ha sido siempre una zona desfavorecida y que la satisfacción de los vecinos con su actual vida sólo puede estar justificada «por la asimilación de carencias y costumbres». Por el contrario, Rafaela Benítez, discrepa con su convecino al aseverar que «los tiempos en los que el barrio era una zona humilde ya han pasado a mejor vida, ya que ahora es una área más de la ciudad donde se encuentran representadas todas las clases sociales».

Rosario Moreno, también vecina de la barriada, va un paso más allá y mantiene que el Ayuntamiento deja de lado las viviendas de la barriada para facilitar procesos de expropiación de terrenos de cara a futuros actos de especulación inmobiliaria. «Gallineras siempre ha sido una zona históricamente discriminada por la administración local», señala Rosario.

José Ríos, otro de los habitantes del barrio, asevera que la escasa actuación de la Policía Local en Gallineras es una buena prueba de la postura de dejadez mostrada por el Consistorio isleño. «La Policía Local sólo aparece por la zona cuando algún ciudadano les llama y es muy raro ver agentes patrullando la zona con asiduidad», afirma José.