El PP acusa al jefe del Ejecutivo de acabar con el consenso constitucional

El PP está convencido de que José Luis Rodríguez Zapatero es el «peor presidente que ha tenido la democracia española desde 1978». Así lo afirmó ayer el secretario de Comunicación, Gabriel Elorriaga, que hizo un balance muy negativo de los dos primeros años de legislatura socialista y culpó al jefe del Ejecutivo de haber roto el consenso constitucional entre los dos grandes partidos para sustituirlo por acuerdos coyunturales con fuerzas minoritarias. Asimismo, Elorriaga apreció una «pérdida evidente de peso exterior» de España desde que gobierna el PSOE.

«Aparte de una escasa actividad constructiva», señaló Elorriaga, «lo característico de estos dos años ha sido la ruptura del pacto constitucional, que era una determinada forma de hacer las cosas instalada desde la Transición», añadió en un resumen de la primera parte de la legislatura a la que el comité de dirección popular dedicó su reunión de ayer .

Esta crítica ha sido una constante en la oposición del PP estos dos años, en los que el partido de Rajoy rechazó las reformas estatutarias impulsadas por los socialistas y, en concreto, la remitida por el Parlamento de Cataluña.

Asignaturas pendientes

El PP no apreció avances en la política social del Gobierno y echó en falta cambios significativos en la economía. «No se hizo nada en inmigración, vivienda, seguridad vial, política de igualdad y dependencia por mucho que se presenten las leyes porque no hay resultados positivos», añadió.

En los dos años de oposición, el PP considera superado el proceso de reorganización interna al que le llevó su derrota electoral. La celebración del congreso nacional, en octubre de 2004 y los posteriores cónclaves autonómicos y provinciales, permitieron a Rajoy renovar las estructuras de poder del partido para adaptarlas a las actuales circunstancias.

El PP cree que alcanzará el éxito electoral en 2008 si obtiene un resultado discreto en las elecciones autonómicas y municipales del próximo año, a base de criticar el Estatut. Se propone ofrecer un mensaje constructivo con la presentación de alternativas políticas y cree que el apoyo a Zapatero en el proceso de paz les dará una imagen de partido gubernamental, responsable y coherente.