El diputado por el UMP Lellouche, ante su oficina destrozada. / AFP
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La derecha francesa intenta desactivar en el Parlamento la crisis del contrato juvenil

La oposición de izquierdas anuncia una proposición de ley para derogar la reforma del CPE, que todavía no ha sido promulgada por el presidente Chirac

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Los parlamentarios de la UMP, el partido conservador gobernante, han asumido el encargo presidencial de desactivar la crisis social en Francia mediante la rápida aprobación de una ley que suavice el polémico Contrato Primer Empleo (CPE), previa concertación con las organizaciones sindicales y estudiantiles. El regreso del conflicto a la Asamblea Nacional y el Senado será aprovechado por la oposición de izquierdas para plantear la derogación de la reforma, nueva consigna del frente contestatario que apuesta por lograr el próximo martes la mayor movilización popular desde 1968.

Aunque Jacques Chirac había anunciado la víspera -en una intervención vista por 22 millones de telespectadores (88% de la audiencia)- la promulgación del CPE, la ley no fue publicada ayer en el boletín oficial de la República. De todas formas, cuando aparezca -tal vez hoy- es poco probable que los empresarios puedan firmar contratos juveniles pues carecerán de los formularios-tipo indispensables, que el Gobierno no tiene ninguna intención de reglamentar por el momento.

Con el CPE transformado en la práctica en papel mojado, la mayoría conservadora va a cumplir las dos concesiones prometidas por Chirac. Por un lado, recortar de dos años a uno el período de prueba durante el que el joven menor de 26 años puede ser despedido. En segundo lugar, introducir en la ley el derecho del trabajador a conocer las razones de la ruptura del contrato. Será una explicación oral y no una justificación escrita para evitar litigios sistemáticos en los tribunales.

'Bis o ligth'

La elaboración de este CPE-bis o CPE light ha sido encomendada a los parlamentarios de la UMP mediante una proposición de ley. La presentación de un proyecto de ley por el Gobierno hubiera exigido una larga tramitación con consulta previa al Consejo de Estado y examen en Consejo de Ministros. Con la disculpa de la urgencia, Dominique de Villepin es apartado de la concepción de la nueva criatura tras las críticas internas de los diputados conservadores por el aborto del CPE a un primer ministro que nunca se ha enfrentado al sufragio universal.

La idea de partida es que la nueva ley sea aprobada en mayo. «Pero antes, desde comienzos de semana, pondremos todo de nuestra parte para abrir un diálogo con todas las organizaciones sindicales, socioprofesionales y de jóvenes que deseen participar», anunció Bernard Accoyer, presidente del grupo parlamentario de la UMP, reconvertido en bombero voluntario del incendio social. Sin cerrar de entrada el diálogo en el nuevo marco, los detractores de la reforma se han marcado como nuevo objetivo estratégico la reivindicación de que el futuro texto derogue el CPE en lugar de contentarse con enmendarlo.

«Nosotros, a diferencia de Chirac, vamos a ser simples y claros: la única manera de salir del conflicto es la supresión del CPE», declaró el líder socialista, François Hollande, al presentar la iniciativa parlamentaria de su grupo. La proposición de ley conllevará no sólo la derogación del CPE sino también la del CNE, su hermano mayor.

Se trata de un contrato reservado a las empresas con menos de 20 trabajadores que también prevé un período de prueba de dos años con despido injustificado. A pesar de que ya introducía esta cuña en el derecho social, fue promulgado el pasado verano sin apenas contestación sindical. Hasta que, cuando llegó el turno de la versión juvenil, los estudiantes se despertaron...