CORNELLÁ. Zapatero y Maragall abrieron ayer la campaña del referéndum a favor del nuevo Estatuto. / GUIDO MANUILO. EFE
ESPAÑA

Zapatero anima a los catalanes a votar «masivamente» a favor del Estatuto

Afirma, en referencia a ERC, que ningún partido de izquierda puede apostar por el 'no' de la resignación y del miedo que pedirá el Partido Popular El presidente defiende la solidaridad de Cataluña

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El presidente del Gobierno pidió ayer un 'sí' masivo en el referéndum que se celebre en Cataluña sobre el Estatuto, que representará, dijo, la apuesta por el futuro frente al «'no' del miedo, de la resignación y de los fantasmas» que pedirá el Partido Popular.

Rodríguez Zapatero aseguró que existe una relación entre el 'alto el fuego' decretado por ETA y el Estatuto de Cataluña. El jefe del Ejecutivo -que abrió en Cornellá la campaña del PSOE a favor de la máxima ley catalana- se mostró convencido de que ambos son producto de la política desarrollada por su Gobierno y del ambiente que han generado decisiones como la retirada de las tropas de Irak, la aprobación del matrimonio homosexual o el proyecto de la ley de dependencia. «Claro que hay relación -afirmó- porque el Estatuto es un paso más de esta etapa que está viviendo España, una España llamada a la convivencia, a la cohesión, a la paz, a la mejora de los derechos de la ciudadanía y a la de los derechos sociales». Por su parte, el presidente catalán, Pasqual Maragall, afirmó que «toda Cataluña» debe salir a votar 'sí' en el referéndum del 18 de junio, lo que permitirá que «Cataluña y España se miren mutuamente con respeto y cariño».

Levantar los ánimos

Zapatero se enfrentó en este feudo socialista del cinturón rojo barcelonés a un público entregado. Su objetivo era enardecer los ánimos para lograr la máxima participación posible en el referéndum. El rechazo de ERC al proyecto despierta cierto temor en las filas del PSC. Quizá por eso, y pese a que no defendió el texto en el Congreso el pasado jueves, el jefe del Ejecutivo quiso participar en este acto.

Era el mejor reclamo para convencer a los suyos de que «hay que ir a votar el Estatuto masivamente» para que Cataluña ratifique su «vocación de convivencia».

En su discurso no faltaron las clásicas apelaciones al Partido Popular.; una forma más de animar a los suyos a acudir a las urnas, aunque sólo sea por reacción contra el adversario. «Dicen que atacamos la igualdad e incluso se han dedicado a recoger firmas para pedir que todos los ciudadanos españoles seamos iguales -dijo-».

«Yo voy a responder en nombre de todos nosotros: Sí queremos que todos sean iguales, pero también las mujeres, los discapacitados, los homosexuales, todos aquellos que han sido marginados. Claro que queremos la igualdad de todos y además queremos más autogobierno para Cataluña y para las comunidades que así lo deseen. Y además, queremos alcanzar la paz y Euskadi. Y además, lo vamos a conseguir», aseveró.

Las referencias a la situación abierta en el País Vasco tras el anuncio de tregua de la banda terrorista fueron constantes. Zapatero abrió su intervención recordando a Ernest Lluch, el dirigente socialista asesinado por ETA en noviembre de 2000, y la cerró con una llamada a la unidad de Cataluña con el resto de España para acabar con la violencia.

Cataluña solidaria

La principal idea que ayer quería contrarrestar el jefe del Ejecutivo era la de que Cataluña es insolidaria. Los socialistas y los partidos catalanes consideran que a través de las críticas del primer partido de la oposición, ha crecido el recelo hacia esta comunidad autónoma en el resto del país. Pero, sobre todo, insistió en que el nuevo Estatuto ahonda en los valores tradicionales de la izquierda; una línea argumental que le permitió al mismo tiempo reprochar a los republicanos su postura. En referencia a ERC dijo: «¿Puede haber alguna fuerza de izquierdas en Cataluña que diga 'no' a una ley que amplía derechos sociales, que compromete al autogobierno con las necesidades más acuciantes de la gente y que hace un esfuerzo notable por responder a las necesidades de financiación? No, no puede haberla -dijo-; no lo van a pedir Aznar y Rajoy».

Zapatero pidió a sus militantes que no se arredren ante las críticas que se hayan podido verter contra la iniciativa (críticas que también han venido de algunos sectores del PSOE) y aseguró que él no lo ha hecho en ningún momento, pese a los duros ataques del PP. «No lo he hecho -aseveró- porque sé que el conjunto de España, la inmensa mayoría, va a ver que este estatuto es para Cataluña, pero es de España: de la España plural». «Significará progreso Cataluña, sí, pero también armonía y convivencia y entendimiento entre todos los pueblos», insistió. Además, criticó a los populares que no entienda que «se puede tener una Cataluña donde convivan en pie de igualdad el catalán y el castellano».

Rodeado de diputados, concejales y militantes socialistas, Maragall ha asegurado que el de ayer «es uno de los días más felices de mi vida» porque «tenemos paz en Euskadi y Estatuto en Cataluña, que es lo que se quería y no se podía, porque no había coraje, inteligencia ni suerte». Maragall recordó el apoyo del PSC en el congreso del PSOE que hizo, «por nueve votos raspados», a Zapatero secretario general del PSOE. «No nos hemos equivocado (...) porque no nos has fallado», apuntó el líder del PSC.