Unas propuestas demasiado caras

Es bastante fácil predicar. Bastante más que dar trigo y poner en pie ideas, proyectos. Es bastante fácil decir que todo está mal pero resulta complicado hacer algo mejor, vencer inercias, dar luz a nuevas propuestas que tengan resultados concretos. La versión gaditana de Podemos lo está comprobando en el Ayuntamiento de Cádiz pero, también, en la Diputación Provincial. El alcalde gaditano es precisamente el único diputado de esta formación en el Pleno y su trabajo deja bastante que desear. En siete sesiones ordinarias ha presentado cinco propuestas en solitario. Varias de ellas, además, tan peregrinas como respaldar la celebración del Día de la Mujer (faltaría más que fuera lo contrario) o pronunciarse contra despidos decididos por otra administración, en una empresa de control público.

Más allá de esas proclamas, toda su lucha por la igualdad, por los desfavorecidos, por los que viven en riesgo de exclusión, contra la corrupción y por la transparencia se ha visto traducida a casi nada.

Al menos, en estos diez meses, en esas siete sesiones, parece muy poco. Una formación con la misma representación, IU, ha sido capaz de presentar 18 propuestas, más del triple que Podemos. Los asesores y sus remuneraciones sí que están a la altura. Curiosamente, dos de los tres son pareja de dirigentes municipales de la formación (del concejal de Medio Ambiente y del jefe de gabinete). Sus emolumentos llegan hasta los 45.000 euros anuales por esa tarea. A la vista de los números, del rendimiento, parece lógico pensar que cada propuesta de Podemos en Diputación cuesta demasiado dinero al contribuyente.