EL APUNTE

Terror en las aulas

El último informe que revela un incrmento de agresiones de alumnos a docentes hace saltar las alarmas. El diálogo y la actitud de los padres es clave para combatir esta lacra

La Voz

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Las agresiones de alumnos a docentes y el acoso que pueden ejercer algunos compañeros sobre otros en el colegio se han convertido en un clásico en nuestro sistema educativo. Las redes sociales y el excesivo uso de Internet a edad muy temprana han abierto la puertas a un terreno espinoso que necesita de abono. El diálogo y la actitud de los padres en este espinoso asunto es clave para combatir una situación que se ha ido de las manos. El 90% de los profesores entrevistados por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) asegura que ha identificado y ha convivido con algún tipo de violencia en su centro escolar. Las situaciones más habituales que describen son peleas, insultos, vejaciones, vandalismo y destrozo de material escolar, violencia psicológica, episodios con un componente racista, amenazas por parte del alumnado y de sus familias, falta de respeto y de reconocimiento de la autoridad, así como enfrentamientos a través de WhatsApp. El sindicato CSIF ha presentado esta semana un estudio realizado a partir de 2.000 entrevistas realizadas a docentes de Primaria y Secundaria de centros públicos de todas las comunidades autónomas. Es una muestra pequeña, porque en nuestro país hay 500.000 profesores en la escuela pública, pero ha servido para activar todas las alarmas. La falta de respeto es casi habitual.Precisamente es en este punto donde se debe hacer hincapie fuera de las escuelas. El trabajo advierte de que más de la cuarta parte de los encuestados considera que la vida en el centro en el que trabaja no es agradable (29%) y que la disciplina que reina es insuficiente (el 32%). Hasta un 75% reconoce que el profesorado tiene muy poca o ninguna autoridad. Cerca de uno de cada cinco cree que hay «mucha» violencia en su colegio o instituto. La causa principal de estos comportamientos es la poca autoridad que tiene el profesor. El profesor no tiene autoridad ni siquiera para expulsar a un alumno del aula.

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