La Voz de Cádiz

El PSOE no ha terminado

Los primeros movimientos tras las primarias del domingo anuncian que las escaramuzas serán largas

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La irremediable ruptura, la quiebra en dos mitades irreconciliables que amenazaba con desangrar al PSOE en toda España no ha quedado superada. Los primeros gestos tras el resultado del domingo, tras la inesperada victoria de Pedro Sánchez, demuestran que las llamadas a la unidad son más fruto del voluntarismo que realidad. Los dolidos son muchos, demasiados, y las heridas no han cicatrizado. Cádiz es un ejemplo más entre muchos. En la capital gaditana y en municipios importantes como Chiclana o Vejer han ganado los que piden –los que reclaman y están en condiciones de imponer– un importante cambio en el colectivo socialista. Un notable grupo de militantes, dirigentes y representantes institucionales está dispuesto a pedir paso en una formación que consideran desencantada y pasiva ante el PP.

La formación de las listas para los llamados ‘congresillos’ es el primer paso. Ni cinco días han pasado y queda claro que ni unos ni otros van a ceder en sus postulados, que nadie olvida los duros adjetivos que dirigió la presidenta de la Junta y secretaria regional del partido, Susana Díaz, a un bando. Las constantes acusaciones de traición de Pedro Sánchez al otro. Hasta ahí –con ser duro, trágico para el PSOE– no hay diferencias entre esta quiebra entre los militantes de Cádiz y la que se reproduce en cada municipio, en cada comunidad autónoma. Sin embargo, en la siempre conflictiva capital gaditana, en la siempre simbólica provincia gaditana, los socialistas tienen otras cuentas pendientes que se saldan en paralelo.

El líder local y portavoz municipal, Fran González, parece reforzado tras la victoria de Sánchez el domingo pero su suspiro de alivio no frena a los que hablan abiertamente de candidaturas alternativas en la ciudad de Cádiz ni tranquiliza a los que temen que lidere alguna maniobra para que los ‘sanchistas’ se hagan con la dirección provincial, en manos de Irene García, que ha permanecido fiel a Susana Díaz. Para colmo de contradicciones, Irene y Fran son compañeros de grupo socialista en la Diputación Provincial.

La conclusión es que la guerra civil declarada en el seno de la organización está lejos de acabarse. Las escaramuzas van a ser largas y cruentas. Las consecuencias serán numerosas en los próximos meses.

No sólo en Cádiz, en cada rincón la crisis general tiene alguna cuenta local por saldar antes de cerrarse.

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