La Voz de Cádiz

Mal momento para los peros

El alcalde de Cádiz debe entender que, en casos de terrorismo, el silencio y el respeto son la mejor opción

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El lamentable debate alrededor de los homenajes a Miguel Ángel Blanco ha tenido una inexplicable concentración en la provincia de Cádiz. Aunque las abstenciones, o negativas directas, a respaldar esos tributos se ha producido en varios municipios españoles, ha sido en los gaditanos donde se ha producido con más intensidad. Con algunas posturas dolorosas y llamativas de grupos del PSOE y las versiones locales de Podemos y Ganemos. De forma también llamativa, José María González Santos, el alcalde de Cádiz, se ha erigido en portavoz de estos concejales reacios a respaldar el reconocimiento a una figura que dio su vida por la barbarie terrorista y marcó el principio del fin de ETA. Ese protagonismo del alcalde puede estar derivado de la sobrexposición mediática que le otorgan algunos medios nacionales, o de su facilidad de palabra y una capacidad escénica única que, le ha dado una presencia sorprendente para una localidad de poco más de cien mil habitantes.

El falso y pernicioso exotismo con el que se ve al regidor gaditano desde otros puntos de España ha podido impulsar esta situación. Sería un error aprovechar ese eco para señalarse en debates ajenos al sentimiento de los ciudadanos de Cádiz.

Con esa retórica, el alcalde gaditano ejerce a menudo de portavoz nacional en temas incómodos para él y su formación. El tibio apoyo de su formación al régimen dictatorial de Venezuela o el respaldo (en contra de la posición de su partido) al referéndum ilegal en Cataluña son dos de los ejemplos entre varios. En este caso tan hiriente de una víctima del terror etarra, también ha jugado con los regates, el sí pero no, la ambigüedad para evitar posicionarse en torno a la banda terrorista ETA y al entorno abertzale. Sin ir más lejos, en una entrevista en este periódico defendió a Arnaldo Otegi con un «no está tan claro que ese señor matase a nadie».

Finalmente, anunció ayer que apoyará el homenaje de Cádiz a la figura de Blanco y a su condición indiscutible de símbolo del esencial del espíritu de Ermua. Fue un asesinato cruel y cobarde por parte de la banda criminal que marcó un antes y un después en la lucha contra el terrorismo en España. Eso no admite dudas y nadie debería mostrarlas cuando tiene un cargo público que conlleva ejemplaridad. Basta con el respeto y el silencio. Los peros, mejor guardarlos para otra ocasión.

Ver los comentarios