Más suelo industrial para la Bahía

La oferta de compra sobre los terrenos de Delphi llega tarde. Han pasado diez años desde que la multinacional de la automoción echó el cierre en Puerto Real y dejó en la calle a 1.200 trabajadores. Ha llovido mucho y ya Delphi es un mal recuerdo que, pese a todo, aún mantienen vivo los 500 extrabajadores que siguen sin recolocar. El cierre deDelphi ha sido un cáncer laboral para la Bahía y es el máximo exponente de una gestión nefasta por parte de la Junta.

La multinacional dejó un agujero de más de diez millones de euros en Cádiz que nunca se llegó a tapar y por ese motivo el suelo de la factoría quedó sujeto a un proceso concursal con el objetivo de resarcir con su venta a los acreedores.

Los trabajadores, incluso, depositaron parte de sus indemnizaciones en esa venta. El tiempo pasó y nadie pujó por ellos.

El Gobierno de la Nación y la Junta se empecinaron en sacar adelante junto al suelo de Delphi el tercer parque tecnológico y logístico de Andalucía. Para ello se había puesto el punto de mira en una zona de dominio público marítimo-terrestre de PuertoReal, conocida como Las Aletas. Sin embargo, dos sentencias del Tribunal Supremo dieron al traste con este complejo al dar la razón a las denuncias interpuestas por los ecologistas.

Tanto Zona Franca como el puerto de Cádiz necesitan crecer y el varapalo de Las Aletas ha llevado a mover ficha. Así, el recinto fiscal de Zona Franca apostó hace dos años por el suelo que dejó libre Altadis al cerrar la fábrica de tabacos. Ahora le ha tocado el turno al puerto de Cádiz que, tras evaluar las condiciones del Bajo de La Cabezuela, ha optado por orientar su expansión hacia el Trocadero. La única posibilidad que tiene para ello es el suelo de la vieja factoría de Delphi.

La ventaja que cuenta el puerto gaditano en esta operación es que su oferta, 2,8 millones de euros, es muy pequeña para lo que se espera obtener por los terrenos de Delphi, sin embargo, los administradores concursales no tienen otra salida. El mejor postor se llevará unos terrenos a precio de saldo.

Los extrabajadores de Delphi, que impidieron en su momento la demolición de la fábrica, confían en que la operación se lleve a buen puerto y, por lo menos, se pueda recolacar alguno de ellos.