OPINIÓN

La 'pandemic' de carteles horrorosos

En muchas ocasiones se mira más la firma del autor que la calidad de lo presentado, olvidándose la finalidad del cartel, que no es otra que la anunciar la Semana Santa de la ciudad a locales y foráneos

El polémico cartel de la Semana Santa de Granada. L.V.

«Parece que es la hora pero no es la hora y no es la hora. Parece que está todo y algo falta…», que dijo el pregonero en su día. Aunque no haya ambiente cofrade en la ciudad estamos en Cuaresma. Se echa de menos ... el olor a incienso por las calles, los rumores de las bandas ensayando las marchas con las que acompañaran a nuestros Titulares y las cuadrillas preparando los recorridos y probando los diferentes escollos de los mismos. Se añora el ver por la calle a los cofrades con el capirote recién recogido y que se estrenará el día de su Hermandad. Falta el ambiente en las Casas de Hermandades preparando los enseres, repartiendo las túnicas… Esta maldita pandemia nos ha robado a los cofrades, por segundo año, el poder disfrutar de nuestra Cuaresma, como los carnavaleros perdieron su Carnaval.

Mientras tanto, para seguir con esta normalidad anormal, las instituciones cofrades siguen con sus actos, respetando siempre las medidas, intentando que se note lo menos posible la incidencia del coronavirus. Vía Crucis, pregones, conferencias, carteles… y a estos últimos me quiero referir en esta columna.

Este año, como dice un buen amigo mío, parece que se le están encargando la realización de los mismos a los compromisos que se tenían por los Consejos y las Uniones de Hermandades . Parece que es el año de cumplir con esos que siempre suenan y que da igual lo que hagan ya que tampoco tendrán repercusión turística.

Ya desde el primero que se presentó se mascaba la tragedia. Fue el de Granada, que después tuvo que ser retirado por un presunto plagio de una foto, el que abrió la veda de los carteles provocando una fuerte reacción contraria entre los cofrades granadinos. De ahí en adelante, todo ha sido cuesta abajo.

No hay ni uno de los oficiales presentados por los Consejos de capitales de provincia que se salve. Si a estos les sumamos algunos de diferentes pueblos andaluces, es para llorar por la escasa calidad , el poco trabajo que se le ha echado o la falta de sentido a la hora de anunciar la Semana Santa. Desde carteles que parecen un catalogo de Ikea a otros que parecen que son de un libro de colorear sin salirse de las líneas, pasando por los que parecen hechos en un concurso de infantil y primaria en un colegio.

Eso sí, nunca faltan los palmeros de los autores , que son distintos a los que de verdad les gusta la obra, que aplauden la obra presentada como si fuera un Picasso o un Matisse pero que si fuera de 'Pepito Pérez' lo estarían despellejando desde el momento en el que se levanta la tela que lo cubre en la presentación. Por cierto, serán los mismos que en cuanto lean esta columna me pondrán 'a parir' a mí.

Es cierto, que en estos casos es subjetivo el que te pueda gustar una obra más o menos, pero es que en el tema de este tipo de carteles oficiales se debería de exigir un mínimo por parte de la institución que lo encarga . El problema es que en muchas ocasiones se mira más la firma del autor que la calidad de lo presentado, olvidándose la finalidad del cartel, que no es otra que la anunciar la Semana Santa de la ciudad a locales y foráneos.

Sobre las frases en latín traducidas con el “traductorum de Googlorum” mejor lo dejamos para otra columna. Que Dios nos libre de esta 'pandemic' de carteles…

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