Opinión

La derecha y la falta de generosidad; la izquierda y la falta de escrúpulos

El PP ha llegado al absurdo total y a transmitir a sus electores naturales

Fernando Sicre

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En las últimas seis contiendas electorales he votado a tres partidos. Aún así, ninguno de ellos satisfacía mis aspiraciones políticas. Soy un romántico liberal y creo en el hombre, en su esfuerzo y méritos. Creo en el mercado como lugar de asignación eficiente de los recursos, que posibilitan una vida material mejor para todos. Y creo en mi país, en la nación que lo conforma como único sujeto político y en el único Estado que lo sustenta, eso es España según la Constitución. También creo en Dios, aunque no me haya hecho ni puñetero caso el 23 de julio. No soy conservador, mucho menos socialista y comunista. De esos tres partidos, uno ya no existe. De los otros dos, en uno de ellos se ha producido una purga, quitando de en medio a los que transmitían ideas liberales, optando en plena campa por el rebuzno, para terminar dando coces. El otro, sumido en la equidistancia y en tomar decisiones electorales contrarias a su propia base electoral.

Voto con la derecha, porque en España el que no es de izquierda es de derecha, aunque seas liberal. Yo no soy de centro, no soy equidistante, soy liberal y cuando me preguntan, para que no haya temor a equívocos, digo que soy de derechas, nunca de centro de derecha. En España, la izquierda ganó esa batalla de la semántica. Como nunca es tarde si la dicha es buena, espero que los que no somos de izquierdas, algún día, más pronto que tarde, restablezquemos el equilibrio semántico que hoy no existe (el buenismo de lo progre, frente a lo malo y facha de todo aquel que no comulga con el social-comunismo patrio). Nunca escucharan a uno de izquierda decir que son de centro izquierda. Los que no somos de izquierda debemos de perder ese complejo, absurdo donde los haya, porque es renegar al final de los principios y valores en los que creemos y que por esa razón optamos por posicionarnos libre y voluntariamente a la derecha del punto de intersección de los ejes de ordenadas y abscisa. En el eje de abscisa del tablero político, sólo existen derechas y sus extremos e izquierdas y sus extremos. Ciudadanos era socialdemócrata en su creación y luego transicionó a un supuesto espectro liberal, más bien al liberalismo social de John Rawl, que es un socialismo metodológicamente individualista y que pretende centrarse en ese eje imaginario donde los extremos de la derecha y de la izquierda se encuentran. Y, aunque no me representaba, también los voté. Hasta que el PSOE dejó el poder por la corrupción generalizada en época de González, siempre voté en blanco, porque me negaba a votar a quienes imponen los partidos. Desde entonces voto, aunque estoy en desacuerdo con el sistema de listas cerradas y absolutamente partidistas. A partir de 1996 he votado guiado porque mi voto no sea para los corruptos, sean de derecha o de izquierda.

La derecha y la falta de generosidad en estas elecciones. El PP ha llegado al absurdo total y a transmitir a sus electores naturales, un posicionamiento político contra la naturaleza de las cosas, priorizando el pacto con el PSOE «sanchista», que además pretendía hacer desaparecer, antes que externalizar pactos con VOX. Ha denostado, ninguneado y apartado a VOX de su esquema de gobierno, cuando es su aliado natural. Los votantes de uno y otro son los mismos. Comulgan con los mismos valores, aunque discrepan en otras cosas que en mi opinión son secundarias. VOX, con el que estoy muy molesto actualmente, ha optado por el rebuzno y entrar en la contienda dando coces, rayando la mala educación. Les pondré un ejemplo. VOX se opone a la Ley de violencia de genero. Yo también. Es claramente contraria al artículo 14 CE y a la consiguiente igualdad de los españoles y la presunción de inocencia. Sin embargo, es cierto que hay violencia del hombre contra la mujer. Pero también hay otras violencias que hay que atajar. Esas otras violencias las engloban como violencia intra- familiar. ¿Y qué pasa con dos lesbianas, por ejemplo, Manolita y juanita casadas ellas, la primera 1,98 metros de altura y 120 kg, mientras la otra mide 1,50 metros y pesa 49 kg? Sí Juanita le arrea a Manolita, eso no es violencia de género. Ésta transita ahora al género masculino y se registra como Juanón. Discuten y Manolita le arrea a Juanón. Eso no es violencia de genero. La situación contraria, sí, a pesar de la situación de poderío físico desigual, en este caso contrario al paradigma del desequilibrio utilizado para fundamentar la Ley invocada. Ahora, VOX pierde las formas como tantas veces cuando no se posiciona en contra de la violencia de género, a pesar de ser una más de los indefinidos tipos de violencia ejercidas en las sociedades actuales. Esa falta de acuerdo y entendimiento entre PP y VOX ha llevado al traste la victoria electoral. Ambos, nos han dado un «baticolazo» por derecho a los que no somos de izquierda.

La izquierda y la falta de escrúpulos. Sí al gobierno Frankenstein (socialistas del siglo XXI bolivarianistas, comunistas, golpistas y herederos de ETA), presidido por «Snchz», al que no se le ha caído la cara de vergüenza, porque simplemente no la tiene, mintiendo por naturaleza, ahora pretende meter a otro golpista y cobarde que ha ensuciado el nombre de España en el mundo. Y junto a él y con él, el presidente del Tribunal «prostitucional», con la toga sucia para tirarla por embarrarla ya y seguir haciéndolo, allí donde se deposita la mierda y habitan las moscas verdes.

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