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El golf gaditano resiste a la dura sequía

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El 80% de los campos de la provincia son regados con agua depurada

Adelante Andalucía reclamó en el Parlamento Andaluz el cierre de los campos mientras haya sequía

Uno de los estanques del Villanueva Golf de Puerto Real, totalmente seco. Antonio vázquez
Álvaro Mogollo

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El golf es, sin duda, una importante industria en la provincia de Cádiz. Muchos turistas extranjeros vienen durante los meses más fríos en sus países de origen a una zona cálida que aprovecha el tirón para sostener económicamente un sector que tiene su temporada más fuerte durante la época estival.

Dicho lo cual, en un momento como el actual en el que la sequía imperante está llevando a las administraciones locales a tomar medidas para reducir el consumo de agua tales como el cierre de duchas en las playas, el regadío de los campos de golf ha pasado al centro de la polémica.

El nivel de los embalses en la provincia ha caído por debajo del 20% y la ausencia de lluvias, con varias olas de calor previstas antes de la finalización del verano, hace planear la posibilidad de llevar a cabo cortes domésticos de agua, tal y como se ha llevado a cabo en algunas localidades andaluzas. Por lo que Adelante Andalucía llevó una propuesta al Parlamento Andaluz para cerrar los campos de golf mientras perdure la situación de sequía.

El delegado de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta en Cádiz, Jorge Vázquez, explica que casi el 80% de los campos de golf de la provincia se riegan con agua regenerada, tras ser procesada en depuradoras, por lo que su uso en el riego de los campos de golf no entra en competencia directa con el uso doméstico o de riego: «Hay un mantra con el riego de los campos de golf, pero no se derrocha agua».

«Otros se riegan con agua no potable y hay alguno que utiliza agua normal y evidentemente se tienen que adaptar a la coyuntura actual y también a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y a la Agenda 2023 de la racionalización del consumo de agua», afirma.

Santiago González, gerente del Villanueva Golf & Croquet en Puerto Real, afirma que en las instalaciones puertorrealeñas utilizan para regar únicamente agua regenerada: «Es el agua que Puerto Real va a tirar al mar y nosotros la usamos para regar el campo. Y pagamos por ello, así que generamos riqueza con ese agua».

De hecho, al depender de la depuradora municipal, y con la construcción de la nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR), se están llevando a cabo algunos trabajos que han supuesto que durante algunos periodos no recibiesen agua: «Hemos aprovechado que teníamos agua de lluvia acumulada que hemos ido usando para regar. Pero necesitábamos más de la que teníamos, así que se nota en el estado del campo».

Es por esa razón que, junto a las jornadas de altísimas temperaturas del verano, especialmente cuando ha habido levante, el césped del campo no está en condiciones óptimas. Se nota también a simple vista con los estanques, absolutamente secos, en una imagen que pone de relieve la difícil coyuntura. Aunque en este caso, insisten desde el club, la situación viene derivada por las circunstancias de la depuradora de Puerto Real.

«Entiendo que si hay campos que utilizan agua potable se tomen todas las medidas necesarias contra ellos, pero al resto de campos que estamos dentro de la legalidad y que estamos regando con agua depurada, no pueden achacarnos nada», expresa al respecto Santiago González.

Adelante Andalucía, en palabras de su portavoz andaluz José Ignacio Rodríguez, sostiene que los campos de golf son insostenibles en un contexto de sequía, porque los 109 campos de Andalucía usan una cantidad de agua similar a la que precisan un millón de personas para su consumo. Por ello, propuso el cierre de dichos campos de forma temporal y que los empleados de la industria del golf, unos 4.000 en toda la comunidad autónoma, pasasen a estar en un ERTE.

Jorge Vázquez entiende la propuesta de los cierres de los campos de golf como fruto de la «turismofobia» de Adelante Andalucía, «porque un campo de golf es mucho más que los señores que cuidan el césped o que los señores que trabajan en la cafetería del campo. La industria del golf genera muchísimo empleo alrededor, cada vez se abren antes los hoteles porque son muchos los clientes que se vienen en los meses en los que en Europa hace frío. De eso se benefician no sólo los hoteles y los campos de golf, también los comercios, las agencias de viajes o establecimientos de los municipios. Y cuando consumen, pagan sus tributos e impuestos en España». Por lo que considera que el cierre de campos y el ERTE para los empleados del golf «no tiene ni pies ni cabeza porque el impacto social y económico de esta actividad es mucho más que los trabajos directos».

En Adelante Andalucía defienden que el agua depurada, antes que para regar los campos de golf, debería utilizarse en otros fines como el baldeo de calles, el riego de parques y jardines, la refrigeración, para la industria o incluso para la agricultura tras un proceso de depuración terciaria. El propio diputado José Ignacio Rodríguez se mostró irónico en una intervención televisiva pocos días después de lanzar su propuesta en el Parlamento Andaluz en abril: «Los seres humanos comemos frutas y verduras y no pelotas de golf».

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