¿Es segura una autocaravana para viajar con niños?

Este verano los viajes en familia y en transporte privado han aumentado ante el miedo al contagio , así como para huir a los múltiples rebrotes por el Covid-19. Y una de las opciones que más está ganando adeptos es viajar en autocaravana , una tendencia que permite convertir la propia experiencia del viaje en una verdadera aventura para los pequeños de la casa .

Pero, como cualquier viaje, la autocaravana tiene también sus peculiaridades y hace que nos preguntemos: ¿ Es segura una autocaravana para viajar con niños? Desde RiveKids responden a todas nuestras dudas. Ante todo, siempre hay que viajar seguros en carretera. Los pasajeros deben de ir correctamente instalados en los asientos y con el cinturón de seguridad. En el caso de los más pequeños, al igual que ocurre en un vehículo convencional, deben ir sentados en su silla de seguridad homologada. E incluso si en el viaje nos acompaña una mascota, también deberá ir en su transportín o arnés dentro del vehículo.

Cabe recordar que «nunca se debe viajar en un sitio distinto al asiento y con todos los elementos de seguridad pasiva; ya que, por ejemplo, viajar viajar durmiendo en la cama, es altamente peligroso en caso de impacto ».

Además, en una autocaravana, las ventajas son amplias : la principal es la libertad de tener unos servicios mínimos pero suficientes en todo momento a tan solo 2 o 3 metros de ti. Es más, podrás descansar tumbado en casi cualquier parte, tendrás un aseo a tu disposición y ese disfrute del camino te puede llevar incluso a una aventura totalmente nueva. «Cuando se viaja con bebés es una maravilla tener agua caliente en la autocaravana, es una maravilla tener un lugar sencillo y cómodo donde cambiarlo y asearlo. Nada que ver con hacerlo en el coche, por grande que este sea», detallan desde RiveKids.

Aunque hay que tener en cuenta detalles importantes: «Un objeto suelto en el habitáculo es un proyectil en potencia, una tablet suelta o no colocada y ajustada adecuadamente puede suponer un verdadero proyectil para cualquiera de los ocupantes del vehículo ante un impacto. Un juguete inofensivo, en manos de un niño no demasiado mayor, puede ser un elemento con el que el niño se puede asfixiar al metérselo en la boca o, si se cae al suelo, puede hacer que el niño intente liberarse del cinturón de seguridad o del arnés para recuperarlo», subrayan, y añaden que «la comida, incluso cuando parece inofensiva, no debe realizarse mientras circulamos , al menos no con niños pequeños que se pueden atragantar».