Seguimos conduciendo sin revisar la vista

Las condiciones visuales son un factor de riesgo al conducir, pues "el 90% de la información que se percibe llega a través de la visión, pero el 46% de los conductores no revisa su visión anualmente, aumentando el riesgo de sufrir accidentes de tráfico", ha explicado la presidenta del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia, Ana Belén Almaida.

Junto a los problemas que influyen en la calidad de la visión, como la edad, el estado psicofísico o las enfermedades oculares, existen factores externos que inciden de forma directa a la visión; el deslumbramiento es uno de los más importantes.

Por ello, "una fotoprotección ocular adecuada, mediante gafas de sol, atenúa y evita los efectos de la radiación; situaciones como conducir con el sol de frente, con reflejos en el asfalto mojado o con destellos de luz sobre el capó de otros vehículos provocan pérdida temporal de visión", detallada.

Sin embargo, las estadísticas reflejan que el 12% de los conductores nunca se pone gafas de sol, mientras que el 33% reconoce que solo lo hace en ocasiones y que solo el 55% se protege de forma habitual cuando conduce.

Usar gafas homologadas protege los ojos porque incrementan la sensibilidad al contraste, reducen el tiempo de adaptación a los cambios de iluminación y evitan deslumbramientos. Además, previenen la aparición de patologías oculares derivadas de la exposición prolongada a la radiación solar, como cataratas o inflamaciones en la córnea.

Las gafas recomendadas para conducir son aquellas que incorporan lentes polarizadas porque facilitan la visión en ambientes muy luminosos, aunque el 70% de las gafas que se venden en España no cumplen la normativa sanitaria de seguridad y calidad.

De ahí lo aconsejable de adquirirlas en un centro óptico con asesoramiento profesional. Y si el conductor necesita lentes graduadas deberá acudir a revisiones visuales anuales, en vez de esperar a la renovación del permiso.