La imagen que demuestra el doloroso peligro de poner los pies en el salpicadero

Podríamos, en caso de accidente, sufrir graves lesiones en piernas y articulaciones

DGT/Vero Real

ABC Motor

Sentarse en el asiento del coche y colocar los pies sobre el salpicadero no parece la postura más cómoda; sin embargo, es bastante frecuente ver a algunos copilotos en ella, especialmente cuando el viaje es largo . Pues cabe destacar que ir en el coche en esta posición, es motivo de sanción , al igual que, por ejemplo, viajar tumbado sobre un respaldo reclinado al máximo, con una multa de máximo 100 euros y no conlleva retirada de puntos. Aunque en este caso la sanción económica no sea alta, lo más importante son nuestras piernas y articulaciones, tal y como avisan desde el Twitter de la Dirección General de Tráfico (DGT):

Y tal y como puntualizan en otro «tweet»: «Una imagen vale más que mil palabras»:

El problema viene cuando nos preguntamos quién debe hacerse cargo de la multa, ya que, en principio, debería ser el conductor del vehículo, tal y como adelantan desde Autocasión , pues él es quien debe velar por la seguridad de sus pasajeros, del mismo modo que si no lleva alguno de los ocupantes el cinturón de seguridad. Ahora bien, si la persona que comete la infracción (en este caso el copiloto al llevar los pies sobre el salpicadero) tiene permiso de conducir en vigor, será a él a quien corresponde la denuncia por parte del agente, puesto que al poseer el carné se le presupone que conoce el reglamento y por lo tanto es su responsabilidad el cumplirlo. Es decir, si alguien que viaja contigo en el coche no tiene carné, sus actos e imprudencias implican que el culpable será el conductor . Si por el contrario sí lo poseen, serán ellos mismos los denunciados.

En concreto, el artículo en el que se basan los agentes para denunciar al que viaje con los pies en el salpicadero es el siguiente:

Artículo 18 del Reglamento General de Circulación : 1.- El conductor de un vehículo está OBLIGADO a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar ESPECIALMENTE de mantener la posición adecuada y que la MANTENGAN EL RESTO DE LOS PASAJEROS, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferecia entre el conductor y cualquiera de ellos.

En caso de accidente...

La postura en la que colocamos los pies sobre el salpicadero puede que nos resulte cómoda unos momentos, pero acaba cargando mucho la zona lumbar debido al ángulo que provoca entre las piernas y la cadera y columna vertebral. Además, el principal peligro es lo que puede suceder en caso de accidente:

- Rotura de pómulos y mandíbula : en caso de golpe frontal, el salpicadero se desplaza hacia atrás mientras nuestro cuerpo lo hace hacia delante. Las rodillas tienden a impactarnos en la cara provocando roturas de mandíbula y de los pómulos.

- Ceguera : no es tan frecuente como el caso anterior, pero también se han dado lesiones de este tipo. Las rodillas pueden impactar directamente contra las cuencas de los ojos y provocar lesiones irreversibles en el globo ocular. También la rotura del pómulo puede acabar dañando el ojo indirectamente.

- F racturas de rodilla y pelvis .

- Lesiones cerebrales : el impacto de la cara contra las rodillas suele provocar traumatismos craneales severos.

Asimismo es importante el peligro que puede tener el airbag de pasajero ya que la mayoría de los coches lo montan sobre el salpicadero. En caso de que éste se despliegue, en lugar de servir para amortiguarnos un posible golpe de nuestro tórax y cara contra el salpicadero, lo que hará será proyectar nuestras piernas contra nuestro cuerpo. Así como puede tener lugar el «efecto submarino», ya que cuando sufrimos un impacto frontal, el cuerpo tiende a escurrirse por debajo del cinturón de seguridad. Para evitarlo, la base de los asientos de los coches tienen un resalte que sujeta nuestra cadera. Si nos sentamos con los pies sobre el salpicadero, no sirve de nada este resalte y nuestro cuerpo se escurrirá hacia delante más bruscamente.

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