COCHES DE LUJOLas joyas sobre ruedas de Jordi Pujol Ferrusola

Los investigadores de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) han registrado este martes la nave industrial en la que Jordi Pujol Ferrusola tiene estos vehículos.

Es un gran aficionado a los coches de colección. Más de una docena de vehículos de lujo y clásicos, que el propio hijo de Jordi Pujol declaró haber pagado sin hacer un gran desembolso porque le «gustan los coches antiguos» y sabe cómo comprarlos. En su conjunto podrían superar los 1,6 millones de euros, sin embargo Pujol Ferrusola asegura que los compró por un precio muy inferior al de mercado.

Jordi Pujol Ferrusola explicó el origen de esta colección en el Parlamento de Cataluña, donde tuvo que explicar en una comparecencia ante la comisión de investigación parlamentaria el pasado mes de febrero, su procedencia y tasación.

Reconoció entonces que tenía doce vehículos y que se los compraba «a gente con problemas», por lo que los había obtenido a un precio inferiuor al de su tasación. «Me gustan los coches viejos y sé comprar coches viejos», dijo entonces el mayor de los hijos de Pujol ante los diputados catalanes

Entre esos «coches viejos», como él los define, aunque para muchos se trata más bien de auténticas joyas de la automoción, destacan piezas como un Jaguar E-Type, que dice que lo adquirió por unos 3.000 euros. Otra cifra llamativa es la de los 22.500 euros que asegura haber pagado por un Ferrari Testarrosa.

Los primeros cuatro coches los compró, según sus explicaciones, en el año 1997. Son un Lotus L de 1965, un Mercedes Pagoda 230, un Porsche 356 y un Lamborghini Miura que compró en 1997 en Francia.

En su colección se encuentra también un Porsche 365, que habría localizado en «una casa medio abandonada al lado del circuito del Jarama». Según Pujol Ferrusola, «los perros campaban por el interior del vehículo a sus anchas».

En 1999 compró otros dos coches: un Seat 600 cona cabado Abarth y un Ferrari F-40. Respecto a este último Ferusola explicó que«estaba bien. El vendedor necesitaba dinero».

Al año siguiente se hizo con un Jaguar E-type por 3.000 euros, aprovechando que un amigo suyo lo había destrozado participando en carreras. Y en años posteriores compró un Porsche Targa, un Ferrari 3-28 y un Diablo.

Finalmente, para hacer un favor a un amigo, acabó comprando un Ferrari Testarrosa por poco más de 20.000 euros.

La última adquisición, quizá una de las más llamativas, se produjo en el año 2012, cuando compró un Mercedes SLR McLaren por 90.000 euros