Estas son las conductas más peligrosas debido a la rutina al volante

El uso cotidiano del coche deriva en la aparición de malos hábitos y rutinas que pueden hacer que un buen conductor llegue a convertirse en un peligro en la carretera. Gran parte de los conductores más veteranos ponen el grito en el cielo cuando un novel hace alguna maniobra de forma erronea. Pero los conductores más expertos comenten faltas graves.

Entre las más frecuentes destaca el no respetar la distancia de seguridad. La supuesta agilidad al volante y la agilidad a la hora de tomar decisiones, llevan a muchos conductores a pegarse demasiado al vehículo que está delante. Esta falta es considerada grave pues en caso de accidente esquivar el impacto es casi imposible. Respetar esta distancia es de vital importancia y cuando estás envuelto en un atasco lo es aún más.

Por desgracia, en estas situaciones lo normal es que nadie las respete, dando lugar a cientos de pequeños impactos que tienden a empeorar la retención.

Le sigue el exceso de velocidad, uno de los principales motivos de multa y también de accidentes mortales. Pero sin duda es una de las malas costumbres que todo conductor adquiere cuando lleva años al volante.

Otro de los olvidos «rutinarios» es el de los intermitentes. Ademá de ser una obligación el indicar mediante estas luces nuestros movimientos en la carretera, por ejemplo, cambiarse de caril sin poner el intermintente puede provocar un accidente grave. Señaliza las maniobras, ya que en muchas ocasiones, con tanto cambio de carril, la mayoría de los conductores se olvidan de poner el intermitente cuando van a realizar un desplazamiento , una incorporación o una salida de la vía.

El hecho de circular a escasa velocidad genera en nosotros la falsa idea de no tener que señalizar nuestros desplazamientos, pero hay que recordar siempre que los intermitentes son imprescindibles, no importa la situación en la que nos encontremos. Debes tener siempre presente la idea de que son la forma que tiene el conductor de comunicarse con el resto de coches. Por lo que, cada uno de tus desplazamientos debe ir con su debida señalización.

La fatiga al volante es una realidad que afecta a todos los conductores. Los años que lleves al manejo del volante, no influyen. Para evitarlo es recomendable hacer paradas cada dos horas (aproximadamente) para tomar un refresco y estirar las piernas. Llevar a cabo esta medida es de gran importancia a ciertas horas del día. Como por ejemplo la de la comida.

La mayoría de los conductores que tienen años de experiencia a sus espaldas, olvidan con demasiada frecuencia revisar los retrovisores. Aunque a veces nos olvidamos de echarles un vistazo antes de llevar a cabo una maniobra de desplazamiento su uso es muy importante. Por ese mismo motivo es importante asegurarse de que los retrovisores están bien posicionados antes de iniciar la marcha. En caso contrario, por mucho que mires a los retrovisores, llevarás a cabo todas las maniobras completamente a ciegas.

Según el blog de Wazypark, otro de los olvidos habituales es el de ponerse el cinturón de seguridad. Es un elemento imprescindible en todo vehículo. Sus ventajas están más que demostradas y aunque creamos lo contrario puede salvarnos la vida en caso de accidente. No importa que el trayecto que vayas a realizar sea largo, corto o mediano y mucho menos si llevas muchos o pocos años de carné. Tienes que ponértelo sí o sí.