Coches utilitarios o compactosLas mejores opciones de compra por precio y tamaño
Aunque siempre supeditado al dinero que podamos gastar o el uso que hagamos de él, por no mucho más de lo que cuesta un automóvil utilitario o de ciudad podemos hacernos con otro de tamaño superior o compacto, que no dispara los gastos y de más «juego». Ahí van algunos ejemplos
Madrid Actualizado: Guardarequivocan coche con motor diéseltamaño utilitariocoche compacto
Dejando a un lado compras de acento más pasional, como las de los todocamino, está claro que la dualidad utilitario/compacto asalta a muchos. «Un coche pequeño para moverse por ciudad y llevar a los críos al colegio» suele ser la consigna recurrente, y a menudo correcta. La cuestión, sin embargo, es que, también con frecuencia, ese mismo coche termina yendo de un lado a otro los fines de semana, y hasta en vacaciones, cargado hasta los topes, en viajes de largo alcance. Y es entonces cuando se advierte que es muy justo de maletero, espaciosidad interior e incluso prestaciones o comportamiento en carretera, cuando por consumo y precio de seguro calca a otro de mayores medidas.
De ahí que que convenga afinar, y mucho, la decisión de compra. De hecho, la ecuación suele ser más favorable para un modelo compacto que para otro más pequeño, sobre todo si pedimos este último «alicatado hasta el techo» en lo que toca a equipamiento y extras y, de paso, lo escogemos con un motor, sobre todo diésel, por encima de 100 CV.
Incluso en casos así, el precio al contado frente a las tarifas que las marcas exigen por el tamaño inmediatamente superior –el llamado segmento C– puede favorecerles –no siempre–, pero la cuota mensual de una financiación típica no tanto, como reflejan algunos de los ejemplos junto a estas líneas.
Desde luego, un utilitario como el Renault Clio sale más a cuenta que un «urbanita city car» al estilo del Renault Twingo. Este último sólo es, en realidad, adecuado para quien conduce intensamente por ciudad, solo o en pareja. Pero ni es barato ni mucho menos práctico ni confortable para desplazarse más allá.
Volviendo al ejemplo del Clio, una versión intermedia de interés para «todo uso», léase urbano y de periferia/carretera, es el turbodiésel dCi de 90 CV con equipamiento medio. Financiado a 48 meses con una entrada de 3.500 euros, la cuota mensual queda en 278 euros.
Tomemos ahora el caso de su «hermano» inmediatamente superior, el Renault Mégane, con una línea de equipamiento equiparable. Con el mismo motor de 1,5 litros se pone en 18.000 euros, que son 330 euros mensuales anticipando la misma entrada del Clio. Es verdad, 52 euros de diferencia por cuota «duelen» en muchos bolsillos o son la mitad de una plaza de alquiler. Pero la utilidad que depara el Mégane es superior en todos los órdenes a la del Clio. Pese a su veteranía –falta poco para un relevo que no distará en exceso en cuanto a precios– también es un coche mejor hecho y presentado.
12345Renault Clio vs. Megane
Sólo un poco más caro que el Clio, el Renault Mégane es una de las grandes opciones en el segmento compacto o C Se estima que cada año unas 150.000 personas se equivocan en España al comprar un coche con motor diésel, cuando en realidad lo que necesitaban era uno de gasolina, o viceversa. Algo similar sucede con el tamaño y la versión escogidas: en ocasiones, y de antemano, pensamos en un vehículo determinado, por ejemplo en un utilitario, cuando nuestras necesidades a medio y largo plazo exigen algo de mayor tamaño, como por ejemplo un coche compacto.
Dejando a un lado compras de acento más pasional, como las de los todocamino, está claro que la dualidad utilitario/compacto asalta a muchos. «Un coche pequeño para moverse por ciudad y llevar a los críos al colegio» suele ser la consigna recurrente, y a menudo correcta. La cuestión, sin embargo, es que, también con frecuencia, ese mismo coche termina yendo de un lado a otro los fines de semana, y hasta en vacaciones, cargado hasta los topes, en viajes de largo alcance. Y es entonces cuando se advierte que es muy justo de maletero, espaciosidad interior e incluso prestaciones o comportamiento en carretera, cuando por consumo y precio de seguro calca a otro de mayores medidas.
De ahí que que convenga afinar, y mucho, la decisión de compra. De hecho, la ecuación suele ser más favorable para un modelo compacto que para otro más pequeño, sobre todo si pedimos este último «alicatado hasta el techo» en lo que toca a equipamiento y extras y, de paso, lo escogemos con un motor, sobre todo diésel, por encima de 100 CV.
Incluso en casos así, el precio al contado frente a las tarifas que las marcas exigen por el tamaño inmediatamente superior –el llamado segmento C– puede favorecerles –no siempre–, pero la cuota mensual de una financiación típica no tanto, como reflejan algunos de los ejemplos junto a estas líneas.
Desde luego, un utilitario como el Renault Clio sale más a cuenta que un «urbanita city car» al estilo del Renault Twingo. Este último sólo es, en realidad, adecuado para quien conduce intensamente por ciudad, solo o en pareja. Pero ni es barato ni mucho menos práctico ni confortable para desplazarse más allá.
Volviendo al ejemplo del Clio, una versión intermedia de interés para «todo uso», léase urbano y de periferia/carretera, es el turbodiésel dCi de 90 CV con equipamiento medio. Financiado a 48 meses con una entrada de 3.500 euros, la cuota mensual queda en 278 euros.
Tomemos ahora el caso de su «hermano» inmediatamente superior, el Renault Mégane, con una línea de equipamiento equiparable. Con el mismo motor de 1,5 litros se pone en 18.000 euros, que son 330 euros mensuales anticipando la misma entrada del Clio. Es verdad, 52 euros de diferencia por cuota «duelen» en muchos bolsillos o son la mitad de una plaza de alquiler. Pero la utilidad que depara el Mégane es superior en todos los órdenes a la del Clio. Pese a su veteranía –falta poco para un relevo que no distará en exceso en cuanto a precios– también es un coche mejor hecho y presentado.
Nissan Qashqai vs. Juke
El Nissan Qashqai lidera el mercado SUV compacto El pequeño todocamino Juke es un coche dotado de una fuerte carga estética. Lidera ventas entre los modelos de su tipo y combina bien con la motorización diésel —por cierto, de origen Renault— 1.5 dCi de 110 CV—. C4balanza a favor del segundo
El problema, por así decirlo, es que justo por encima tiene al Qashqai, que lo bate en puntos clave como el maletero o la habitabilidad posterior, muy justos en el Juke. Financiándolos, el segundo sólo cuesta alrededor de 50 euros más al mes...
Citroën C4 vs. C3
En el tiempo, el Citrroën C4 es una compra más lógica y práctica que el C3 Aunque no son precisamente pocos, los 1.840 euros que distancia al C3 del C4, ambos con el excelente propulsor tricilíndrico turbo PureTech de 110 CV, inclinan nuestra balanza a favor del segundo. «Más coche» por donde se mire, ofrece un habitáculo superior y un maletero 108 litros más capaz, que es mucho. flamante compacto Opel Astragasolina 1.0T de 105 CV
También es un modelo Corsasensiblemente más rutero sin que sus 4,33 metros de longitud —casi cuatro el C3— pasen factura para moverse en ciudad o encontrar aparcamiento.
El Opel Corsa vence al Astra
El Corsa es sensiblmente más asequible que el nuevo Opel Astra Un salto de casi 3.600 euros le pone las cosas cuesta arriba al flamante compacto Opel Astra (4,37 metros de largo), más ligero que su antecesor y brillante con motorización de Golfgasolina 1.0T de 105 CV.
Ese mismo propulsor, de tres cilindros, tiene cabida en el vano del utilitario Corsa (4,02 metros), que con idéntica mecánica cede en prestaciones y consumos debido a una aerodinámica menos favorable. Así y todo, es uno de los «grandes» de su tipo. motor similar 500 euros/mes
El Polo rebate los argumentos del codiciado Golf
Es más pequeño que el VW Golf, pero el Polo tambien es bastante más barato El Polo de Volkswagen guarda una innegable similitud estética con el codiciado Golf, habitual en el liderato de ventas europeo. El primero, no mucho más pequeño, es buena opción con motor de gasolina 1.0 TSI de 95 CV.
Financiado a 60 meses —entrada de 3.200 euros— sale por 265 euros/mes. De motor similar subido a 115 CV —prestaciones parecidas—, el Golf salta a casi 500 euros/mes con 4.137 euros de entrada, mucho.
