El Gran Café Capuccino, junto a la Puerta de Alcalá, ha tenido que reformar por completo su terraza
El Gran Café Capuccino, junto a la Puerta de Alcalá, ha tenido que reformar por completo su terraza - MAYA BALANYA

Acoso de Carmena a las terrazas del Barrio de Salamanca

Los hosteleros están siendo víctimas, según denuncian, de «una campaña de acoso y derribo» por parte del concejal-presidente del distrito, el exokupa Pablo Carmona

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Los hosteleros del Barrio de Salamanca andan con el miedo metido en el cuerpo. Están siendo víctimas, según denuncian, de «una campaña de acoso y derribo» por parte del concejal-presidente del distrito, el exokupa Pablo Carmona. Un edil que, por cierto, tiene como máxima que «democracia es que decidamos entre todos y todas». Pues bien, él, «de manera muy subjetiva y poco ortodoxa» –según varios empresarios afectados–, ha emprendido una batalla contra las terrazas de numerosas cafeterías y restaurantes de su demarcación.

Desde el pasado verano, estos locales están siendo sometidos a numerosas inspecciones que han dado como resultado el levantamiento de actas. Los veladores de la calle son el principal argumento de la Junta del Distrito. Es más, algunos afectados tienen incluso una orden de levantamiento de sus terrazas de manera inminente, explicaron a ABC.

La preocupación máxima de estos empresarios les llevó el pasado viernes a reunirse con Carmona. Acudieron los propietarios de los que se encuentran en la plaza de la Independencia (donde se ubica la Puerta de Alcalá), como el Hospes Hotel, Ramsés, Harina, Cappuccino y Café y Tapas... La respuesta del concejal de Ahora Madrid fue: «Vamos a aplicar la ley». Se refiere, por ejemplo, al artículo 33 de la ordenanza municipal al respecto, que habla de los requisitos para tramitar las licencias.

Sombrillas y tarimas

Otro de los establecimientos afectados es Loft 39, ubicado en el mismo número de la calle de Velázquez. Hace tres días, le levantaron la terraza. «Adujeron que nos faltaba un papel, pero en dos semanas lo habremos solucionado», indicaron en la empresa. En más casos, los problemas son las estructuras de los veladores, las sombrillas, el entarimado, la ubicación (aunque esté legalizada)... Por ejemplo, a Harina le hicieron quitar el tipo de terraza que tenía y cambiarla de arriba a abajo por otra distinta.

En el caso de la cafetería Mallorca de la calle de Serrano, el asunto ha sido más liviano, pero no se han librado de la visita, en agosto, de la Policía Municipal: «No pueden montar la terraza antes de las diez de la mañana», nos indicaron, explicó a este periódico el encargado.

«Estamos todos muy preocupados por lo que está ocurriendo con estos ataques. Es claramente un acoso. están en juego el cierre de negocios, el sustento de familias, puestos de trabajo», se queja otro de los afectados.

Pero hay más aspectos llamativos en esta «campaña», iniciada el pasado verano. Ocurre solo en el distrito de Salamanca, y no en el vecino de Retiro. Excepto en el caso de Harina, que está situada en la misma plaza de la Independencia pero en la acera que pertenece a ese último distrito, que es donde tiene el límite territorial. Se achaca a que sería llamativo que todos los negocios hosteleros de la Puerta de Alcalá estuviesen bajo lupa menos ese, compartiendo el mismo enclave.

Hay otro dato que apunta directamente a que la cuestión solo está ocurriendo en el Barrio de Salamanca. En la plaza de la Lealtad (Retiro) existe una cafetería cuyos veladores se encuentran dentro de una estructura que, segun los criterios de Pablo Carmona, serían ilegales.

Bula para el café de Carmena

Un caso similar es el de el local Navas de Tolosa, en la calle de Montalbán (Retiro); este lugar tiene una particularidad: es donde desayuna cada día la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. «Esto supone un agravio comparativo», se lamenta otro empresario de Salamanca.

El polémico edil Pablo Carmona, por cierto, es el mismo que denegó la petición de Coca-Cola de rodar un anuncio en el polideportivo municipal Moscardó. Esgrimió en Twitter que lo hacía en solidaridad con los trabajadores del controvertido ERE aprobado en su día por la embotelladora Iberian Partners.

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