Noriega también se ausenta de su valoración del inicio de mandato

Tras haber marcado sus primeros cien días de mandato con sonadas ausencias en actos religiosos y civiles, el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, sorprendió este martes al no acudir a su propia valoración de estos pocos más de tres meses desde que alzase el bastón de mando de Raxoi.

Pese a que estaba previsto que la asamblea de Compostela Aberta en la que se debía dar cuenta de la actividad del gobierno la presidiese el regidor y líder de la formación, la voz cantante fue llevada por el concejal de Medio Ambiente de la capital gallega, Xan Duro, aunque contó con la presencia otros miembros del equipo encabezado por Noriega.

Ante un auditorio notablemente reducido y menos entusiasmado con respecto a las primeras reuniones de la coalición tras la victoria personal, el discurso de Duro fue breve y trufado de los tópicos de la candidatura en las últimas semanas, en los que se repitió la «vuelta a la normalidad institucional», la «normalización de relaciones con el funcionariado» y la «recuperación de la interlocución con barrios y parroquias» como grandes baluartes instalados desde su llegada al poder, así como los supuestos avances en transparencia y participación ciudadana que se pretenden instaurar.

«Inexperiencia» en gestión

Diferente fue el tono en cuanto a la gestión municipal del día a día. Duro quiso poner por delante su «falta de experiencia» en este capítulo para justificar los errores que puedan cometer. En el mismo sentido, tildó al Concello de «mastodonte administrativo» del que matizó que «es casi imposible que podamos cambiar del todo en cuatro años», al mismo tiempo que se disculpó por «ser el único concejal que todavía no ha podido convocar a la comisión de su área de trabajo».

Como réplica a alguna de las cuestiones puestas encima de la mesa, tanto en la exposición como en el posterior turno de preguntas, los ediles evidenciaron algunas de las debilidades que supone para el grupo ejecutivo una minoría como la suya. En este sentido, el propio Xan Duro reconoció que «es mucho trabajo para solo diez personas, cuando en consistorios anteriores los gobiernos llegaron a tener quince» . Por su parte, el responsable de Urbanismo, Jorge Duarte, recordó que «no se pueden realizar muchos proyectos ya que, por ejemplo, no tenemos mayoría para modificar los presupuestos».