David Oubel, tras su paso a disposición judicial
David Oubel, tras su paso a disposición judicial - efe

El Gobierno respalda la prisión permanente en el filicidio de Moraña

Siguen las pesquisas para recabar pruebas biológicas y científicas sobre el violento crimen

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El presunto autor de la muerte de sus dos hijas de 4 y 9 años el pasado julio en Moraña será el primero en enfrentarse a una condena de prisión permanente revisable, tras la entrada en vigor de la reforma penal. La petición del fiscal —que contemplaría dos acusaciones por asesinato a menores de 16 años— fue respaldada este martes por la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero. Aludiendo al artículo 140 del nuevo Código Penal, la representantes del Gobierno central apuntó en una entrevista en RNE que «la prisión permanente revisable, que se va a poder aplicar al autor del crimen de las dos niñas de Pontevedra, va a ser importante».

Camarero también advirtió que «solo con ampliar la pena a estos asesinos no se llega a una solución» y abogó por trabajar «en la concienciación, sensibilización, protección y recuperación de las víctimas psicológica y económicamente».

Sobre el violento crimen de las dos hermanas, la número dos de Sanidad fue tajante al afirmar que «ese asesino tiene que tener esa condena. Va a quedarse en la cárcel y no va a poder cometer un delito como éste», declaró Camarero.

Por el momento, la investigación por el supuesto asesinato de la dos niñas está en manos de los agentes de la Policía Científica y forense, que a lo largo de estas semanas y hasta mediados del próximo mes analizarán con detalle la escena del crimen. Según el fiscal del caso, Alejandro Pazos, confirmó a ABC, de los resultados de estas pruebas de naturaleza biológica y estrictamente científica dependerá en gran medida que se fije una nueva ronda de declaraciones a finales del próximo mes.

El padre de las menores y único acusado por sus muertes permanece en prisión a espera de que la investigación avance. David Oubel, de 40 años, se encerró en el baño de su casa tras el crimen. Los agentes de la Guardia Civil que irrumpieron en la vivienda tras el macabro suceso aseguraron que el presunto filicida guardó silencio en todo momento, pese al descubrimiento de los cadáveres. El mutismo de Oubel también le impidió responder a las preguntas que juez y fiscal formularon antes de enviarlo a prisión.

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