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Vista de la vivienda de la localidad barcelonesa de Castelldefels donde fueron hallados los cadáveres - efe

El hombre de Castelldefels mató primero a su mujer y después a sus hijos por separado

Las primeras hipótesis apuntan a que el hombre de 61 años se suicidó sobre el sofá tras cometer el crimen

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La localidad de Castelldefels (Barcelona) vivió una pesadilla. Minutos antes de las nueve, los Mossos recibieron una llamada telefónica que les alertaba de un tirteo en un domicilio de la barriada de La Pineda, en una de las calles que desembocan sobre la playa. Una vez que los agentes accedieron a la vivienda, hallaron cuatro cadáveres en su interior: el del hombre de 61 años, la esposa de 45, su hijo de 12 y su hija de 7. Cada uno de ellos había perdido la vida a causa de un tiro.

El cadáver del padre yacía sobre un sofá, con un disparo en la cabeza y una pistola bajo el cuerpo. La mujer estaba sobre la cama del matrimonio, también muerta de un tiro en la cabeza.

Los dos niños habían sido abatidos también de sendos disparos, y yacían cada uno en una habitación distinta de la casa.

Al parecer, una hija de una anterior relación del hombre fue la que ayer halló los cuatro cadáveres en la casa de la familia. La chica llamó a los Mossos d'Esquadra hacia las 20.45 horas explicando lo que había descubierto, por lo que los policías se dirigieron de inmediato a la vivienda.

La Policía Municipal fue también alertada y procedió a cortar la calle e impedir el paso a los curiosos, que comenzaban a agolparse en los alrededores y contemplaban desde los balcones de la calle el despliegue policial.

Los agentes de la División de Investigación Criminal de la Región Policial Metropolitana Sur de los Mossos d’Esquadra, a la que está adscrita la policía científica de este cuerpo, llegaba pocos minutos después y procedía a la inspección ocular de la escena del crimen.

Las primeras hipótesis apuntan, según fuentes cercanas al caso, a que el hombre habría matado primero a su mujer, probablemente no en la cama –habría transportado posteriormente sobre ella el cuerpo–, y luego a sus dos hijos por separado. Se habría sentado después sobre el sofá y se habría disparado un tiro en la cabeza. La teoría de que el hombre fuera el autor del crimen ya ha sido confirmada este jueves por el Institut Català de les Dones (ICD) de la Generalitat mediante un comunicado.

Sin evidencias de lucha

Cuatro horas depués de la llegada de los agentes, el juez de guardia decretaba el levantamiento de los cadáveres. La rapidez con que se llevó a cabo la investigación en el lugar de los hechos hace pensar en el asesinato de la mujer y los niños y el posterior suicidio del cabeza de familia. Al parecer no se encontraron evidencias de lucha ni puertas forzadas. Nadie ajeno a la familia, al parecer, habría intervenido en el suceso.

El juez encargado del caso decretó anoche el secreto de sumario. Mientras tanto, el Ayuntamiento de Castelldefels decretaba tres días de luto.

El matrimonio y sus hijos eran de nacionalidad española, si bien el hombre, que había estado casado anteriormente con otra mujer, era de origen uruguayo, y su esposa era de origen bielorruso. Los Mossos d'Esquadra mantienen una investigación para aclarar los motivos que llevaron al hombre a matar con arma de fuego a los dos hijos de su actual pareja y a su esposa y posteriormente a suicidarse.

Discusiones familiares

Vecinos de la familia han explicado en declaraciones a los medios que la pareja tenía discusiones a gritos e insultos con bastante frecuencia, por lo que los mismos vecinos habían avisado de las peleas en ocasiones a los Mossos d'Esquadra.

Sin embargo, no consta que haya ningún proceso abierto contra el hombre por violencia machista por una denuncia de su mujer, según fuentes cercanas al caso consultadas por Efe.

Josefina García, vecina de Castelldefels, ha relatado: «La pareja tenía bastante peleas, con insultos y gritos. No vi que hubiera agresiones físicas, sí que oía a los niños llorar muchas veces y en un par de ocasiones llamé a los Mossos d'Esquadra porque no podía soportar el lloro de los críos».

Otro vecino de la misma calle ha comentado que «eran vecinos aparentemente normales, pero sí que habían tenido alguna discusión fuerte y se oían insultos».

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