El Gobierno aragonés ordena el cierre de cinco residencias de ancianos

El Gobierno aragonés ha cerrado cinco residencias privadas de ancianos y ha apercibido a otras siete, a las que amenaza con clausurar forzosamente si no subsanan de inmediato las irregularidades que han detectado los técnicos. Es el resultado de la oleada de inspecciones emprendida por la Consejería aragonesa de Servicios Sociales tras la tragedia del geriátrico Santa Fe (Zaragoza), un incendio provocado por una interna, que se saldó con nuevo ancianos muertos –uno de ellos tras permanecer dos meses ingresado en estado muy grave–.

A raíz de aquel suceso, la Administración autonómica reveló que sobre esa residencia –pese a que la tragedia había sido provocada por una interna– pesaba un expediente por anomalías que debía haber subsanado el centro, si bien no habían conducido a una orden de cierre.

Al mismo tiempo, la Consejería anunció que iba a emprender un plan general de inspección de todos los geriátricos de la Comunidad autónoma, que es el que ha conducido hasta la fecha a ejecutar cinco cierres de residencias privadas y a apercibir a otras siete, con la amenaza firme de clausura forzosa si no resuelven las deficiencias detectadas por los técnicos.

Los cierres ya ejecutados han sido, en realidad, acordados por los dueños de esos cinco geriátricos, que han decidido clausurar sus negocios en vez de subsanar las irregularidades. De esa forma, el apercibimiento con amenaza de cierre ha conducido a una suspensión definitiva de actividad pro paret de los propietarios.

En esas cinco residencias había, en total , 18 ancianos que han sido trasladados a otras residencias. En cuanto a las otras siete que están apercibidas, suman 64 internos.