Reuters

Trump ofrece mano dura contra el terror ante la «débil» Clinton

Se presenta como garante de «la ley y el orden», en la convención republicana que se celebra en Cleveland (Ohio)

Enviado especial a Cleveland (Ohio) Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La amenaza yihadista y la ola de ataques a policías en plena tensión racial, además de un reto para la seguridad en la convención republicana, se han convertido en una variable electoral que Donald Trump no piensa desaprovechar. Es su baza de presentarse como garante de «la ley y el orden». Aunque nunca es descartable el efecto bumerán, cada ataque, sea en casa o en el exterior, es recibido por el showman como una oportunidad de mostrar la incapacidad de la Administración Obama y, por extensión, de su aspirante a sucesora, Hillary Clinton, a quien tacha de «débil». Todo envuelto en un altisonante y nacionalista «atacan a nuestro país». Tal es el ansia de desgastar al enemigo político que, en ocasiones, su primera reacción en Twitter llega incluso antes de que la información sea precisa y esté confirmada.

El millonario reclama una y otra vez «más dureza». Pero también «más inteligencia». Aunque nunca termine de explicar cómo combinaría ambas desde la Casa Blanca. La emboscada de Baton Rouge (Luisiana), donde otro excombatiente negro se llevó por delante a tres agentes, fue recibida por Trump con la denuncia de «un país dividido», contrapunto del mensaje del presidente Obama de que lo está «mucho menos de lo que la gente cree».

El primer día del congreso de Cleveland estuvo dedicado a la seguridad. Make America Safe Again, fue el eslogan

La convención republicana arrancó este lunes con toda una jornada dedicada a la seguridad de Estados Unidos, asunto capital para un país siempre bajo amenaza. Haciendo juegos de palabras con el lema de cabecera de su campaña presidencial, el primer día del congreso de Cleveland se resumió en un Make America Safe Again (Que América vuelva a ser segura). No sólo grande (Great), como reza el eslogan.

Además de la intervención de su mujer, Melania, quien protagonizó el color con que el showman quiere pintar el congreso de su proclamación, desfilaron por el estrado personajes coincidentes en la firmeza frente a la supuesta dejación de la Administración Obama. Rudolph Giuliani, exalcalde de Nueva York, mantuvo el lunes su vitola de ariete de la dureza republicana, que se granjeó arremetiendo contra el movimiento defensor de la causa negra Black Lives Matter, por «cantar canciones que hablan de matar a policías». Y proclamando la lucha contra Daesh como «una guerra de religiones», en la que es partidario de enviar tropas terrestres y utilizar armas nucleares, si es necesario.

Arma contra Hillary

Trump convirtió la primera jornada en un homenaje a los caídos en Bengasi (Libia), entre ellos el entonces embajador de Estados Unidos, Chris Stevens. Un asunto de los que va a hacer bandera el magnate en su campaña electoral contra Hillary Clinton, entonces exsecretaria de Estado. Otro mensaje de contundencia. Salieron al escenario los supervivientes del ataque terrorista Mark Geist y John Tiegen.

En el comienzo de la convención, volvió a ser noticia la seguridad del propio evento. Tras el tiroteo de Baton Rouge, el gobernador de Ohio, John Kasich, rechazó la petición de la Asociación de Policías Patrulla de prohibir esta semana, excepcionalmente, la libertad de portar armas. Aunque sea un riesgo, se cumplirá la ley.

Ver los comentarios