El presidente egipcio, Al Sisi
El presidente egipcio, Al Sisi

Al Sisi denuncia que las sospechas de atentado contra el Airbus-321 son «propaganda»

El presidente egipcio afirmó que están tratando de «desestabilizar el país»

EL CAIRO Actualizado: Guardar
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El presidente egipcio, el exgeneral Abdelfatah Al Sisi, ha señalado hoy que las sospechas de que el avión ruso siniestrado en la Península del Sinaí, matando a 224 personas, fuera abatido en un acto terrorista, no son más que «pura propaganda para dañar la imagen del país».

Según señaló el mandatario a la BBC, la situación de seguridad en la zona donde se estrelló el avión, en permanente estado de emergencia por la presencia de grupos terroristas, entre ellos Wilayat Sina, filial del Estado Islámico, está «bajo control total».

«Cuando alguien propone algo así, sólo quiere desestabilizar el país y dañar su imagen», ha afirmado, respondiendo a las declaraciones de la empresa MetroJet, quien señaló que el avión «no pudo caer por un fallo mecánico o humano, sino por un impacto exterior».

Aerolíneas como Lufthansa o Air Emirates han decidido no sobrevolar el Sinaí hasta que se aclaren las causas del accidente, una decisión que el Ministerio de Exteriores egipcio ha calificado de «irresponsable».

Wilayat Sina, filial del Estado Islámico en la zona, ya ha reclamado la autoría del atentado en varios mensajes, en los que acusa a Rusia de «matar a los niños de Siria» y señala que los rusos «no volverán a estar a salvo ni sobre la tierra ni bajo el cielo de los árabes».

Aunque la zona del Sinaí, maltratada económica y socialmente por los sucesivos Gobiernos egipcios, es terreno fértil del contrabando de armas, no se tiene consciencia de que el grupo terrorista tenga en su poder armamento (MANPADS) de suficiente capacidad para derribar un avión a tanta altura, aunque ya han demostrado que han sido capaces de alcanzar helicópteros del Ejército egipcio.

Sin embargo, hasta ahora «atacar turistas no es la prioridad de Wilayat Sina», explica a ABC Issandr Amrani, analista de seguridad en el think tank Crisis Group. «Hasta ahora se han centrado en las fuerzas armadas egipcias, aunque se sabe que han 'ajusticiado' civiles por ser 'informantes'».

De momento se mantienen las incógnitas, pues tanto los servicios de seguridad estadounidenses como el Estado egipcio niegan que se tratara de un impacto externo. Otras opciones que se barajan es un fallo en el fuselaje o un terrorista dentro del avión.

Para Al Sisi, que esta semana viajará a Londres para entrevistarse con su homólogo británico, es capital mantener la «total seguridad» en el país, pues ha basado la legitimidad de su Gobierno y acciones militares en esa premisa.

Según ha denunciado el grupo Human Rights Watch, Al Sisi está aplicando un política de «tierra quemada» sobre el Sinaí en su intento de acabar con los grupos insurgentes, muchas veces con detenciones extrajudiciales y víctimas civiles.

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