Un manifestante protesta ccontra las acciones militares contra Siria frente al Parlamento británico AFP

Corbyn amenaza a los diputados laboristas que planean apoyar a Cameron mañana

Les advierte que los bombardeos en Siria «matarán a civiles» y les dice que no tendrán «donde esconderse»

CORRESPONSAL EN LONDRES Actualizado: Guardar
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Mañana se votará en la Cámara de los Comunes la propuesta del Gobierno británico para extender los bombardeos contra Estado Islámico a Siria, pues hasta ahora el Parlamento solo ha concedido autorización para atacar en Siria. Cameron, que sufrió un sonoro revés sobre este mismo asunto en 2013, da por sentado que esta vez contará con mayoría suficiente para ganar la votación, porque el Partido Laborista ha otorgado libertad de voto y se espera que entre 30 y 40 diputados de la oposición voten con el Gobierno. El debate comienza hoy a las once y media de la mañana (una hora más en España) y se prolongará durante diez horas y media.

El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, llega a esta cita escaldado, pues ha fracasado en su intento de imponer un voto contrario a los bombardeos.

La rebelión este lunes de la mitad de su Gobierno en la sombra lo obligó a otorgar libertad de voto. La plataforma Stop the War, que Corbyn presidió cuando Blair instigó la invasión de Irak, ha calificado la postura del laborismo de «deplorable» y en esta tarde de martes está celebrando una manifestación en el centro de Londres, con parada frente a los cuarteles generales laboristas incluida.

Corbyn fustigó hoy con dureza a los diputados díscolos que votarán a favor de los bombardeos, a los que calificó de «intransigentes» y a los que aseguró que los ataques costarán vidas de inocentes. También les recordó en una entrevista en la BBC que «el fantasma de Irak está ahí» y les dijo que con la libertad de voto tendrán que retratarse y «no tendrán un lugar donde esconderse».

Presión sobre los moderados

En círculos del partido se hablaba hoy de una enorme presión de los corbynistas a los moderados, a los que llegaban a decir que por su culpa morirán niños.

Pese a su derrota del lunes, Corbyn, un veterano pacifista, sigue en su tesis de que no existen las condiciones requeridas para bombardear a EI en Irak. En la convención de su partido en septiembre los laboristas pusieron como condiciones que los ataques se hiciesen bajo el mandato de la ONU y que hubiese un proceso político en curso en Siria, para dar una alternativa de futuro una vez pasada la guerra. Según Corbyn a día de hoy no se da ninguna de las dos condiciones.

Cameron argumenta que existe una facción moderada de 70.000 combatientes opositores a Assad con los que se puede trabajar. Corbyn replica que eso es «un mito». El centro de análisis estratégico reduce por su parte la cifra a 40.000 y cree que el resto pueden ser de perfil radical yihadista.

El debate de hoy traerá una estampa insólita. Corbyn defenderá el «no« a los ataques y su ministro de Exteriores en la sombra, Hilary Benn, el «sí«. Ambos viven una batalla dialéctica enconada. La división en el partido es patente tras el giro radical que ha imprimido Corbyn, quien precisamente en sus treinta años como diputado cobró fama por no respetar con frecuencia las directrices de la cúpula del partido.

El Partido Nacionalista Escocés también votará en contra, con similares argumentos, que su líder Nicola Sturgeon resume en que morirán civiles y los bombardeos solo traerán más caos.

El ministro de Economía, George Osborne, desveló que hasta hoy el Reino Unido se ha gastado unos 200 millones de libras anuales (casi 300 millones de euros) en operaciones militares en Irak y en apoyar a la oposición Siria. Extender los bombardeos añadirá «docenas de millones más, que irán a cargo de una partida habilitada para acciones militares especiales.

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